La “prórroga” que la portavoz de Junts en el Congreso, Míriam Nogueras, recordó insistentemente antes de las vacaciones de verano a Pedro Sánchez por los supuestos incumplimientos del pacto de investidura parece, de momento, lejos de agotarse. Este lunes, el presidente del partido, Carles Puigdemont, ha dado un respiro al Ejecutivo y ha asegurado que todavía está a tiempo de cumplir sus compromisos, entre ellos lograr la oficialidad del catalán en las instituciones europeas. «Va tarde, pero aún está a tiempo», ha afirmado desde Prada, en el marco de la 57ª edición de la Universitat Catalana d’Estiu, tras pronunciar una conferencia sobre el «catalán y Europa».
La medida, frustrada en varias ocasiones por la negativa de algunos Estados miembros y lo que Junts denuncia como una estrategia del PP para bloquearla, es uno de los puntos del pacto de investidura en los que los posconvergentes han puesto mayor énfasis. Este martes, desde el sur de Francia, Puigdemont ha vuelto a recordar a Sánchez que todavía puede lograrlo. «No atraviesa un buen momento, pero el Estado español es una economía próspera, un socio relevante que cuenta en Europa y no es menor en el seno de las familias europeas», ha añadido.
El presidente de Junts sí ha admitido que el Ejecutivo empezó «tarde» a buscar apoyos para su aprobación y que eso hizo que se perdiera «algún tren», como el cambio de gobierno en Alemania. Aun así, ha celebrado que el Gobierno reaccionara y avanzara en esta cuestión tras su amenaza de forzar una cuestión de confianza a principios de año. El mensaje hacia Sánchez ha sido claro: «No existe ninguna razón jurídica ni económica que impida la aprobación», por lo que es necesario seguir remando en cada Consejo de la UE para lograrlo.
Pese a su habitual tono de presión, Puigdemont ha reconocido que el Ejecutivo ha hecho avances. «Es verdad que hoy el Gobierno dice y hace cosas que nunca habría imaginado escuchar de un ministro español, y hay que reconocerlo con honestidad». Como ejemplo, ha citado que se recoja en un documento oficial que el catalán es una lengua hablada por más de diez millones de personas, presente en varias comunidades autónomas y en distintos países europeos. «Es una narrativa que antes defendíamos nosotros. Son pasos que nunca pensé que darían”, ha admitido, aunque ha insistido en que «no es suficiente».
Las críticas a PP y Vox
Puigdemont ha querido quitar peso al Gobierno y ha dirigido sus críticas principalmente al PP y a Vox, a quienes ha acusado de bloquear la oficialidad del catalán en Europa intencionadamente y con maniobras cuestionables -como presionar a otros gobiernos-. «Siguen haciendo de la catalanofobia uno de sus argumentos electorales», ha lamentado el expresident de la Generalitat, que ha insistido en que esa «hostilidad» hacia la lengua y la cultura catalana es «estructural en una parte de la sociedad española».
«El odio contra un conjunto de personas por su lengua, cultura o etnia me parece uno de los problemas más graves de una sociedad», ha subrayado. De hecho, el líder posconvergente ha acusado a los populares de ser los «herederos» del franquismo y de dar continuar a su rechazo a la lengua catalana: «Impedir que el catalán recupera su normalidad es perpetuar la victoria de Franco sobre nuestra lengua».
Durante la conferencia ha expresado su malestar por el hecho de que, tras años de dictadura en que la lengua catalana, así como la gallega y la vasca, fue prohibida y prácticamente suprimidas, no haya habido una compensación ni un «perdón» por parte del Estado. «Merecen una reparación por todo el dolor que le ha provocado», ha exigido Puigdemont, en referencia a las miles de personas a quienes «se les arrancó parte de su entidad» al privarles de expresarse en su idioma. «Fue un acto de violencia. Nadie del Estado ha salido ni saldrá a pedir perdón en nombre del Estado», ha dicho.
La mirada puesta en otoño
Este martes, todavía desde el extranjero y sin posibilidad por ahora de regresar sin ser detenido, Puigdemont no ha evitado señalar que quedan acuerdos pendientes que serán imprescindibles para avanzar en nuevos compromisos en el Congreso, aunque no ha llegado a amenazar con retirar su apoyo a corto plazo. «En otoño pueden pasar cosas que hasta ahora no han pasado», ha deslizado en un momento, sin concretar a qué se refería, aunque sí situando la continuidad de la legislatura, al menos, hasta entonces.
Suscríbete para seguir leyendo