‘Roblox’ atraviesa el peor de los momentos para una compañía. A la petición popular que exige la dimisión de su CEO tras las publicaciones de varias investigaciones periodísticas, se suma hasta una demanda en la fiscalía de Estados Unidos que pone en entredicho la capacidad de la plataforma para proteger a sus usuarios más jóvenes.
La dirección se sacude
En apenas diez días, más de 110.000 personas han firmado una petición que reclama cambios en la cúpula de Roblox. Los firmantes señalan que la actual gestión no garantiza un entorno seguro y que las medidas adoptadas por la empresa han permitido tanto la presencia de depredadores sexuales, como la distribución de contenido inapropiado. El documento remata acusando a sus gestores de negligencia y falta de transparencia, algo que está erosionando la confianza en una plataforma que en algún momento llegó a ser un espacio de referencia para la creatividad infantil.
Schlep y los “vigilantes digitales”
El creador de contenido Schlep, conocido por exponer a depredadores sexuales en Roblox, fue expulsado tras años de actuar como una especie de “vigilante digital”. Sus vídeos, que sumaban millones de visualizaciones, sirvieron para que algunos delincuentes fueran sancionados, pero la empresa decidió prohibir su presencia al considerar que sus métodos implican riesgos adicionales.
Matt Kaufman, responsable de seguridad de la tecnológica, argumentó que hacerse pasar por menores para interactuar con adultos podría interpretarse como un comportamiento problemático en sí mismo. Tras la polémica generada por la expulsión, terminó por reconocer que estas investigaciones independientes habían destapado casos graves, aunque siempre insistiendo en que las denuncias deben canalizarse a través de los sistemas oficiales de la plataforma.
Ahora también es centro de interés periodístico
El periodista Chris Hansen, conocido por el programa “Atrapar a un Depredador”, que se emitió en la cadena NBC donde trabajaba junto con la policía para exponer a depredadores sexuales que intentaban contactar con menores en internet, ya ha confirmado que está investigando la situación de Roblox en colaboración con víctimas y fuerzas de seguridad. En su perfil de X señala que Schlep es uno de sus colaboradores y que su objetivo es exigir responsabilidades a la compañía.
La demanda del estado de Luisiana
La fiscal general de Luisiana, Liz Murrill, también ha presentado una demanda contra Roblox alegando que la plataforma no dispone de mecanismos efectivos para frenar la creación de cuentas falsas, ni para impedir la acción de depredadores sexuales. El documento judicial recoge ejemplos de acoso y encuentros fuera del juego que habrían tenido origen en la plataforma. Las autoridades sostienen que existe un patrón de negligencia y esperan obligar a la compañía a introducir cambios sustanciales en sus sistemas de seguridad.
Un futuro condicionado por la respuesta de la empresa
La suma de estas presiones (una petición masiva, investigaciones periodísticas y un proceso judicial) sitúa a la empresa en una posición tremendamente compleja. La confianza de los usuarios y su prestigio se van debilitando por horas, ya que el caso particular de Roblox se plantea una cuestión más amplia: ¿Hasta qué punto las grandes plataformas digitales deben rendir cuentas en la protección de sus usuarios más vulnerables? La respuesta definirá no solo el futuro de la empresa, sino también la manera en que se evalúa la responsabilidad de la industria del videojuego en la seguridad infantil.