Cara a cara en medio del pulso político. Pedro Sánchez y Fernando Clavijo se reunirán el lunes en Lanzarote, en un encuentro clave para calibrar el futuro de las relaciones entre Canarias y el Estado. La cita se celebrará a las 16:30 horas en la sede del Cabildo lanzaroteño y servirá para medir si el Gobierno central está dispuesto a cumplir con los compromisos pendientes con las Islas o si, por el contrario, las tensiones acumuladas seguirán aumentando.
Canarias no llega con las manos vacías. Clavijo acude con una agenda precisa y con exigencias concretas. En primer lugar, exige que el Estado active de forma inmediata –como prometió la ministra Sira Rego– el dispositivo para el traslado de menores migrantes no acompañados a otras comunidades autónomas. Y no solo eso: también reclamará que se cumpla el compromiso de reubicar al millar de niños y niñas que han solicitado asilo y permanecen en las Islas.
La ralentización de estas derivaciones ha generado una fuerte incomodidad en el Ejecutivo autonómico, que ha denunciado públicamente las improvisaciones del Estado. Según Canarias, la falta de coordinación entre ministerios ha a echado el freno al proceso, obligando a mantener en las Islas a menores que ya deberían haber sido acogidos en centros especializados de la Península.
Régimen Económico y Fiscal (REF)
Pero el encuentro no solo girará en torno a la migración. Clavijo pondrá sobre la mesa la necesidad de desvincular el Régimen Económico y Fiscal (REF) del nuevo sistema de financiación autonómica –mas su derivada referida a lo perjudicial que será para las Islas poner en marcha el concierto catalán– y sacar adelante la totalidad de los puntos de la agenda canaria que CC pactó con el PSOE para investir presidente a Sánchez.
El Gobierno de Canarias teme que el pacto del Estado con Cataluña para aplicar un modelo de concierto económico acabe desdibujando la singularidad canaria y agravando las desigualdades territoriales. Según los cálculos del Ejecutivo autonómico, si el modelo catalán se impone sin compensaciones, el Archipiélago podría perder hasta 2.550 millones de euros.
El presidente canario también quiere arrancar compromisos en materia de pobreza, vivienda, infraestructuras hidráulicas, turísticas y educativas, así como la financiación de los convenios de costas y las bonificaciones al transporte de mercancías. Todos ellos son puntos incluidos en la agenda canaria que Coalición Canaria pactó con el PSOE a cambio de su apoyo a la investidura de Pedro Sánchez.
El contexto de la cita no es menor. Aunque el clima entre ambos gobiernos es algo menos áspero que en veranos anteriores, lo cierto es que en julio, Clavijo llegó a plantear públicamente una disyuntiva a Sánchez: o someterse a una cuestión de confianza o convocar elecciones. Un pulso que el presidente del Gobierno ignoró, pero que dejó patente la fragilidad de sus apoyos parlamentarios y la importancia del voto de CC en lo que queda de legislatura.
La cita de Lanzarote, por tanto, no es una reunión de cortesía. Se produce tras semanas de fricción por el ritmo de los traslados de menores y en plena pugna por la reforma del sistema de financiación. Para Moncloa, se trata de atar apoyos. Para Canarias, de exigir certezas.
El año pasado, Sánchez y Clavijo se vieron en La Palma, en un encuentro precedido por duras críticas del presidente canario ante el silencio del Estado en plena crisis migratoria. Este año, al menos, la reunión llega pactada, pero con la presión de unos compromisos que siguen sin materializarse.
Clavijo ha reiterado que, pese a que este «no es el mejor Gobierno», aún es posible avanzar en la agenda canaria. Pero advierte: sin respuestas concretas, el apoyo parlamentario no está garantizado.
Canarias no va a Lanzarote a por una foto. Va a por compromisos firmes. La reunión no solo se plantea para tomar el pulso a las relaciones Canarias-Estado, sino que podría marcar el equilibrio de la legislatura.