La petición formulada por el PSOE de que se convoque una conferencia de presidentes para hablar desanidad y educación, materias que nada tienen que ver con la situación de la banca, es paradójicamente el último escollo que dificulta que los socialistas apoyen este jueves el decreto de reforma del sistema financiero.
El ministro de Economía,Luis de Guindos, ha aceptado desde la tribuna del Congreso todas las condiciones impuestas por los socialistas salvo la convocatoria de una conferencia de presidentes autonómicos. El PSOE debe que decidir ahora si esta condición es tan fundamental como para abstenerse o votar en contra del decreto que exige a la banca un saneamiento extra de 28.000 millones de euros.
El resto depeticiones del PSOE, a las que el ministro ha tendido en mayor o menor medida su mano, son: que el Gobierno elimine la obligación legal de vender en tres años las entidades nacionalizadas, que el Estado no dé ayudas a las sociedades inmobiliarias que agrupen los activos más cuestionados de los bancos, que el Ejecutivo apoye la reforma con un programa de reestructuración de la deuda de los hogares que alivien la situación de las familias; y que se busque una solución para los pequeños ahorradores afectados por las llamadas participaciones preferentes.
Debate tenso
El debate entre Guindos y el portavoz socialista, el exministro de TrabajoValeriano Gómez, ha sido bronco, pese a los llamamientos de uno y otro hacia el consenso. Guindos ha reprochado a los socialistas la herencia recibida, mientras que Gómez ha recordado que el ministro trabajó enLehman Brothers, el banco de inversión que con su caída provocó el estallido de la crisis financiera.
La gestión delrescate de Bankia también ha originado reproches mutuos. «En algún lugar tendrán que decir por qué 23.000 millones y no 30.000 o 15.000 y cómo se ha generado el agujero», ha afeado Gómez a Guindos.
Llamada al consenso
Previamente, el ministro había pedido a los grupos el «máximo consenso» para sacar adelante una reforma «imprescindible» que devuelva lacredibilidad al sector. Sin embargo, si finalmente el grupo socialista no apoya la reforma, salvo sorpresas de última hora, el PP convalidará en solitario el decreto, dado que el otro partido con el que ha entablado una negociación,CiU, ha anunciado que se abstendrá por varios motivos.
Según ha argumentadoJosep Antoni Duran Lleida, el grupo catalán no dará su apoyo al decreto (sí votaron a favor de la reforma anterior) porque el Gobierno no ha negociado con ellos su contenido, no son imprescindibles para que salga adelante y no entienden exáctamente la hoja de ruta que el Ejecutivo quiere marcar con este nuevo decreto.
Dura intervención de Sánchez Llibre
El portavoz adjunto de la federación,Josep Sánchez Llibre, ha acusado al Gobierno de tomar decisiones de manera «improvisada», con poca valentía y «equivocadas». Y ha pedido al Ejecutivo que «cambie el chip» y pacte con el resto de los grupos parlamentarios una salida conjunta a la crisis. El diputado ha justificado la abstención en que no ven la «fotografía final» que se pretende con una reforma que vaticinan que no será la última. Sánchez Llibre ha reprochado al PP que haya «desautorizado y dinamitado» la credibilidad del Banco de España.