Basta un par de ejemplos para ver cómo está la situación. Pudo el Grupo Pachuca fichar hace algunas semanas a Kevin Lomónaco, pero el precio, entonces, era prohibitivo. Después, se le presentaron al grupo azteca algunas opciones interesantes desde el punto de vista deportivo en la MLS y México, pero el coste era demasiado elevado, fuera del mercado. También se decidió esperar y mirar alternativas. El paso a la Primera División supone una novedad para el Real Oviedo, después de 24 años alejado de la elite, pero no para Jesús Martínez y el Grupo Pachuca, con treinta años de experiencia en el fútbol y acostumbrado a los grandes escenarios en América. Y también a los grandes traspasos.
El golpe con Nemanja Maksimovic –esa y no la de Jovic sí era una operación que el Oviedo creía encarrilada– no hace que cunda el desánimo en las oficinas azules. De confirmarse su salida a Catar sería un varapalo en la planificación de un futbolista que se consideraba «pieza angular» en la planificación azul, como se deslizaba desde los despachos. El club sigue con su hoja de ruta y siempre con alternativas sobre la mesa. Siempre actúa así, con red de protección. En el caso de la medular, Marko Grujic y Oriol Romeu lo son. Y está el apoyo de Pachuca, que sigue más que atento a lo que ofrece el mercado. Listo para actuar cuando se den las condiciones idóneas.
«A finales de agosto, el Oviedo tendrá un equipo muy competitivo, solo hay que tener paciencia», dicen desde el club, confiados en que la combinación de la dirección deportiva y Pachuca siga dando sus frutos: fue esa forma de trabajar la que llevó al Real Oviedo a Primera después de 24 años. Se confía en que, a pesar de que el mercado dé algunos reveses, continúe funcionando.
Jesús Martínez sigue metido en el proyecto que más horas dedica desde hace tres años. Ahora que los Tuzos de Pachuca y el Club León ya tienen sus plantillas prácticamente perfiladas y metidos de lleno en la competición, actualmente con la Leagues Cup, más aún se centra la atención del dueño en su ambiciosa inversión europea. A los azules les quedan al menos cinco incorporaciones –central, lateral zurdo, medio, extremo y delantero-, aunque algunos creen que podrían ser más, y todos mira a México como clave en el desenlace. De momento, Martínez ha preferido actuar con paciencia y esperar que los precios bajen. Los ritmos los marcan la experiencia en estas lides. Pero actuará en el mercado, de eso hay una completa seguridad.
En realidad, tres de las siete operaciones cerradas hasta la fecha llevan la firma de Jesús Martínez. La decisión de comprar a Ilyas Chaira fue tomada por Martínez allá por marzo, cuando lo anunció la operación en este periódico. A Salomón Rondón lo cedió desde Pachuca. Y con Álex Forés, considerado una oportunidad de mercado, fue el jefe el que ordenó su llegada. Por otro lado, Brandon, Reina, Ilic y Moldovan son fichajes de la dirección deportiva, aunque con el visto bueno de Martínez.
A semana y media de comenzar la Liga al Oviedo le urge reforzar su columna vertebral, pero Pachuca mantiene la calma, acumula años en esto y sabe que los precios bajarán y nuevas opciones surgirán por el camino, y en el club actúan al ritmo que marca Martínez. Llegarán fichajes importantes, pero el Oviedo debe saber actuar con los tiempos del mercado.