El PP quiere iniciar una campaña parlamentaria contra el Gobierno después de que la Sala de Apelación del Tribunal Supremo haya confirmado el auto del juez Ángel Hurtado y siente definitivamente en el banquillo al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por un delito de revelación de secretos. Sin embargo, hacerlo en pleno periodo veraniego es complicado porque el Congreso está en periodo inhábil, lo que quiere decir que el pleno no se reunirá hasta el próximo mes de septiembre. No obstante, existe un mecanismo para adelantar la actividad parlamentaria: la Diputación permanente.
Se trata de un órgano encargado de velar por los poderes de la Cámara cuando esta no está reunida. Es decir, durante los meses de enero, julio y agosto. Sus miembros se distribuyen en forma proporcional entre los distintos grupos parlamentarios, para reflejar la composición de la Cámara y lo preside la propia presidenta del Congreso, Francina Armengol.
Entre sus funciones está mantener el funcionamiento la actividad parlamentaria básica, como la aprobación de reales decretos que impulse el Gobierno o la autorización y declaración, según los casos, de los estados de alarma, excepción y sitio. Así, normalmente, este órgano suele reunirse una vez cada verano, normalmente a finales de agosto, ya que viene siendo habitual que el Congreso celebre un pleno extraordinario en la penúltima semana de julio para cerrar todos los asuntos que quedan pendientes antes de las vacaciones.
La última de las funciones de la diputación permanente es debatir y, en su caso, aprobar la celebración de un pleno extraordinario para realizar las comparecencias que solicitan los grupos parlamentarios. En este sentido, el PP quiere que Armengol convoque este órgano para que se vote su petición de que el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, deba comparecer en la Cámara baja antes del periodo ordinario de sesiones y dar explicaciones sobre la situación del fiscal general.
La diputación permanente solo puede ser convocada por la presidenta del Congreso, aunque los grupos parlamentarios pueden solicitar su convocatoria. No obstante, es Armengol quien tiene la potestad de fijar la fecha exacta de su celebración. Así, fuentes cercanas a su entorno señalan que esta se celebrará a finales del mes de agosto.
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