Una investigacion de los agentes del puesto de la Guardia Civil del Pont d’Inca ha permitido calibrar el alcance de los hurtos al descuido de teléfonos móviles en Mallorca. Los guardias han detenido a un sospechoso, marroquí de 40 años, que ocultaba en un doble fondo de una furgoneta un centenar de estos dispositivos, valorados en 80.000 euros y sustraídos en apenas dos semanas.
Se sospecha que el hombre se disponía a llevar los teléfonos a su país para venderlos en el mercado negro.