Comprar un coche es una de esas decisiones que no se toman a la ligera. Además del presupuesto, hay muchos otros factores que pueden influir en la elección: mantenimiento, consumo, tecnología, etiqueta medioambiental o incluso los plazos de entrega. Por eso, una de las primeras preguntas que se plantea cualquiera es si compensa más un coche nuevo o uno de segunda mano.
Más ventas de segunda mano… y coches cada vez más antiguos
Según datos de Ganvam y Faconauto, en 2024 se vendieron en España 2,1 vehículos de segunda mano por cada turismo nuevo. El mercado de ocasión sigue creciendo: solo en 2024, las ventas aumentaron un 8,6 %. A la vez, la edad media del parque automovilístico no deja de subir, y ya supera los 14 años.
Este aumento en la compra de coches usados tiene una explicación sencilla: los precios de los vehículos nuevos se han encarecido de forma notable en la última década.

Qué tipo de coche puedes encontrar
No todos los coches de segunda mano son iguales. En el mercado hay varias opciones:
- Coche de ocasión: ya matriculado, lo puede vender un particular o un concesionario. Suelen tener varios años y necesitan más mantenimiento. Su estado es variable y normalmente cuentan con una etiqueta medioambiental C, B o ninguna.
- Coche seminuevo: lo venden los concesionarios. Tiene menos de cinco años, un mantenimiento moderado y etiqueta C, Eco o 0. Su nivel tecnológico es más actual.
- Coche de kilómetro 0: muy reciente, ya matriculado pero sin apenas uso. Tiene precios más bajos que uno nuevo, bajo kilometraje, tecnología actualizada y una buena etiqueta ambiental.
- Coche de gerencia o cortesía: suelen tener menos de dos años, mantenimiento bajo y están bien equipados. Suelen tener una etiqueta Eco o 0 y un kilometraje alrededor de los 25.000 km.
- Coche nuevo: sin matricular, el comprador elige todas sus características. Tiene tecnología de última generación, motores más eficientes y un mantenimiento muy bajo. También se incluye en esta categoría el coche en stock, que ya está fabricado y disponible para entrega inmediata, aunque no se puede personalizar.

¿Y si es eléctrico o híbrido?
Tanto en el mercado de coches nuevos como de segunda mano ya es habitual encontrar modelos eléctricos o híbridos. A la hora de compararlos, estas son algunas diferencias clave:
- Precio: los nuevos son más caros, pero tienen ayudas como el Plan MOVES (hasta 7.000 €). Los usados, más económicos, no pueden acogerse a estas subvenciones.
- Autonomía y batería: los nuevos tienen baterías nuevas, mayor autonomía y tecnología más reciente. Los usados pueden presentar desgaste en la batería y menor autonomía.
- Zonas de bajas emisiones: tanto los nuevos como los usados con etiqueta Eco o 0 pueden circular sin restricciones.
- Disponibilidad: un coche eléctrico nuevo puede tardar semanas o meses en llegar. Uno de segunda mano está disponible de inmediato.
- Mantenimiento: los eléctricos nuevos apenas requieren mantenimiento en los primeros años. En los usados, puede haber riesgo de averías y menor cobertura de garantía.

¿Qué ventajas tiene cada opción?
Una de las grandes ventajas de los coches usados es el precio. Además, se devalúan menos con el paso del tiempo. Si se elige un modelo reciente (como un coche de kilómetro 0 o de gerencia), se obtiene un vehículo moderno por un precio menor que el de un coche nuevo.
Eso sí, es importante comprobar el estado del coche antes de comprarlo. Se puede solicitar un informe de antecedentes en la DGT o llevarlo a revisar a un taller de confianza.
Por otro lado, un coche nuevo permite personalizar equipamiento, color y extras. Además, incorpora los últimos avances en seguridad (como la frenada automática o el aviso de colisión frontal), es más eficiente y está completamente garantizado.
En cuanto a los coches nuevos en stock, permiten ahorrar algo de dinero respecto a uno hecho a medida, aunque no se pueden modificar sus características. A cambio, están disponibles para entrega inmediata.
Que no se te olvide
Tanto si eliges un coche nuevo como de segunda mano, es obligatorio contratar un seguro. También es aconsejable revisar toda la documentación y, si se compra un coche usado, comprobar que no tiene cargas ni problemas mecánicos ocultos.
En definitiva, elegir entre un coche nuevo o de segunda mano depende del presupuesto, la urgencia, las preferencias personales y del uso que se le vaya a dar. Comparar bien las opciones es el primer paso para acertar en la compra.
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