Kilian Jornet ha vuelto a compartir una de sus claves menos conocidas para rendir al máximo durante las carreras más exigentes del mundo: el cuidado de su microbiota intestinal.
En una serie de publicaciones compartidas en sus redes sociales, el corredor catalán ha explicado cómo en los últimos años ha prestado más atención a su salud digestiva, no solo por motivos generales de bienestar, sino también por su impacto directo en el rendimiento deportivo y la recuperación. «En los últimos años me he vuelto más consciente de la importancia de la microbiota, no solo para la salud en general, sino también por cómo afecta al rendimiento y la recuperación (inflamación)», afirma.
Kilian asegura que ha modificado su alimentación para incluir más fibra y alimentos ricos en bacterias beneficiosas. Pero es consciente de las limitaciones de la dieta moderna: «Debido a los sistemas de producción de alimentos, la cantidad de bacterias presentes en los alimentos es mucho menor de lo que necesitamos», explica. Por eso considera que los suplementos probióticos pueden ser una gran ayuda… si se eligen bien.
En ese sentido, el deportista destaca tres criterios clave antes de consumir probióticos: que contengan cepas específicas útiles, que tengan suficientes unidades formadoras de colonias (CFUs) y que las bacterias estén realmente vivas en el momento de su consumo. «Muchas veces pensamos que tomamos probióticos sin saber qué bacterias llevan o si siguen vivas cuando los consumimos», alerta.
Esta reflexión no es teórica: Jornet detalla cómo aplicó este enfoque en una de las pruebas más duras del planeta. «En la Western States, antes de la salida, tomé 2.400 millones de CFUs», desvela. Su objetivo: reducir el estrés intestinal durante la carrera, mejorar la absorción de nutrientes y mantener el cuerpo funcionando sin problemas durante más de 14 horas de esfuerzo continuo.
El atleta, que ya ha explorado durante años aspectos como la aclimatación a la altitud o la eficiencia energética, continúa así su búsqueda de optimización natural del rendimiento. «El año pasado buscaba probióticos con buenas cepas, suficientes CFUs y que estuvieran vivos, y descubrí @lyvecap, una pequeña empresa muy cerca de la meta de la Western States», comenta, visiblemente satisfecho con los resultados. Añade además que ha comprobado que los productos están certificados y libres de sustancias contaminantes, algo crucial para un deportista profesional.
La apuesta por cuidar el eje intestino-cerebro y su efecto en la inflamación, la energía y el estado mental representa una nueva dimensión en la preparación de Kilian Jornet. Una dimensión invisible, pero decisiva.