Como cada enero, empieza un nuevo año y con él llegan los nuevos objetivos. Ponerse en forma, comer más sano, dormir más horas, llevar una vida más activa, encontrar el amor… Aunque los hay de todo tipo, suelen abundar aquellos que tienen que ver con el ejercicio físico, y habitualmente conllevan unas primeras semanas de ilusión, entrega y aprendizajes.
Lamentablemente, en muchas ocasiones, el globo se deshincha pronto y estos propósitos terminan por abandonarse, por desgracia para muchos, antes de lo esperado. Así lo ha determinado la aplicación deportiva Strava en un estudio publicado recientemente en el que han compartido datos relacionados con el comportamiento de los usuarios y nuevos deportistas al establecer y perseguir sus objetivos.
Según este análisis, la mayoría de abandonos de las resoluciones deportivas del año se producen el día 14 de enero, que ya ha pasado a conocerse como el Quitter’s Day. Sin embargo, otro de los informes anuales lanzados por la misma aplicación deportiva de medición de datos del pasado mes de diciembre, ‘Year in Sport Trend Report’, evidencia cómo factores como la comunidad o establecer metas más equilibradas pueden marcar la diferencia para mantener los objetivos a lo largo del año.
Como cada año, el informe combina miles de millones de datos de actividad de su comunidad global de más de 135 millones de personas en más de 190 países, junto con insights de una encuesta global aleatoria realizada a más de 5,000 personas activas, tanto usuarios como no usuarios de Strava y pone sobre la mesa las tendencias deportivas que van asentándose globalmente.
Hacer amigos a través del deporte
Este análisis ha sacado a relucir ciertos cambios en las tendencias de la práctica y consumo del ‘fitness’ en los usuarios. Por ejemplo, el hecho de que el ejercicio físico ha dejado de ser una actividad individual para convertirse en una herramienta clave para conectar con otros, construir comunidad y transformar las relaciones sociales. Y es que, por ejemplo, en España, el 61% de los encuestados hizo nuevos amigos a través del deporte, y casi el 50% afirmó que la socialización fue el motivo principal para unirse a un grupo de ‘fitness’.
Cada vez es más habitual quedar con amigos para echar un pádel, compartir un desayuno tras una salida en bicicleta, o juntarse un sábado en el ‘box’ de CrossFit y, sin duda, quien entrena acompañado, recibe doble beneficio de su actividad deportiva y tiende a fallar menos al tener un compromiso. ¿Podría ser la compañía una de las claves del éxito en el establecimiento de un nuevo hábito deportivo? No podemos confirmarlo, pero sí podemos constatar que cada vez más personas buscan en su entorno conectar también en el ámbito deportivo.
Ligar en el club de ‘running’
La aplicación de citas Bumble, en su resumen anual de actividad ha identificado también dicha tendencia. Y es que, según apuntan desde la compañía, para los usuarios, cada vez es más importante tener hábitos deportivos en común para seguir adelante con las citas. Una tendencia que combinada con los datos de Strava queda totalmente definida como cada vez más habitual. Según los datos, uno de cada cuatro jóvenes españoles de la Gen Z tuvo una cita con alguien que había conocido en un grupo de ‘fitness‘, y la popularidad de los clubes de ‘running’ creció un 59% este año en la aplicación, con un aumento del 89% en mujeres que se unieron a estas comunidades.
En ese sentido, para cada vez más personas, el ‘fitness’ se ha convertido en la nueva forma de socializar y en una herramienta para encontrar el amor. El 59% de los españoles encuestados afirmó que prefería conocer gente en grupos deportivos antes que en bares y por ejemplo, el pasado 1 de enero de 2024, la resaca perdió fuerza tras registrarse un aumento de la actividad física del 15% respecto al año anterior. Asimismo, las mujeres son el colectivo con mayores tasas de socialización a través del deporte durante los fines de semana. Para ellas el 35% de las actividades realizadas los fines de semana son grupales, un 20% más que las de los hombres.
Sea a través del deporte que sea, sin duda, el ‘fitness’ ha llegado para quedarse, y cada vez ocupa un lugar más prevalente en la escala de prioridades de las personas. No solo por estética o salud física, sino también a nivel social.
Las rutinas diarias de cada vez más personas pasan por la actividad física y los clubes están subiéndose al tren. De ahí el nacimiento de gimnasios boutique o iniciativas distintas en las que el rendimiento extremo ha pasado a ser algo secundario y donde se prioriza la comunidad o la relación con los demás a través de dinámicas durante el ejercicio o aplicaciones móviles.
