Se está produciendo, de nuevo, una paradoja que nadie en el ‘paddock’ de MotoGP quiere reconocer y admitir, ni siquiera los propios protagonistas del acontecimiento. Ya no es si el Marc Márquez prodigioso actual es mejor o igual que los impresionantes Marc Márquez de 2014 y/o 2019, cosa que el propio campeonísimo catalán niega aduciendo que es “distinto, diferente, más sereno, más tranquilo, más reflexivo, igual de hambriento pero alguien que se piensa más las cosas, ya no tengo 20 años”, sino si, como ya ocurriera en la época de Honda, resulta que la única Ducati que gana es la del ocho veces campeón del mundo.
El Mundial de 2019 lo ganó MM93 con una diferencia abismal con respecto, no ya a sus compañeros de marca (Honda), que también, sino con parecida diferencia (o casi idéntica) a los actuales rivales. Marc se coronó con 420 puntos, 151 puntos más que Andrea Dovizioso (Ducati), 209 más que Valentino Rossi (Yamaha) y 215 más que Alex Rins (Suzuki), lo que significa que a ‘Dovi’ lo superó por seis grandes premios y tanto al ‘Doctor’ como a Rins, por más de ocho.
Queda mucho
Antes, cada fin de semana era una sola carrera (25 puntos), ahora son dos (37), pero, de nuevo, el mejor Márquez de la historia, aunque él lo niegue, supera, pasado el ecuador de la temporada y faltando aún 10 fines de semana (Austria, Hungría, Barcelona, Misano, Japón, Indonesia, Australia, Malasia, Portugal y Valencia, es decir, 370 puntos), Marc aventaja a su hermano Àlex por más de tres grandes premios, a ‘Pecco’ Bagnaia le saca ya cuatro y a Marc Bezzecchi (Aprilia), que está protagonizando una remontada espectacular, seis grandes premios.
Un montón de manos, de abrazos, recibieron al vencedor Marc Márquez en el ‘corralito’ de Brno. / ALEJANDRO CERESUELA
La teoría de que Marc ha vuelto a hacerlo, es decir, que no solo se ha adueñado del Mundial con una soltura, solvencia y determinación única, sino que ha devorado a sus otros compañeros de marca, especialmente a Bagnaia y Fabio DiGiannantonio, que llevan la misma ‘Desdosedici’ 2025, aunque esa moto no existe, aunque ese motor fuese descartado, es una evidencia. Àlex está donde está, es decir, liderando de forma sorprendente el grupo de ‘los otros’, ‘título’ que vale oro, Bagnaia sigue metido en el lodazal (“las apuradas de frenada que eran mi fuerte han desaparecido, son imposibles”) y ‘Diga’, quinto del campeonato, está ya a más de seis fines de semana.
Lo dice Bagnaia
El primero que sacó el tema a relucir fue, en Brno, el tricampeón italiano de Ducati. “Está claro que aquí, la diferencia con respecto a todos nosotros (se refería a todos los ‘ducatistas’) la ha vuelto a marcar Marc”, dijo Bagnaia reconociendo que todos tuvieron problemas, no supieron poner a punto su moto o pilotarla en cualquier condición, menos el de siempre.
“Este Mundial y todos los títulos que ha ganado Marc se pueden analizar desde muchas perspectivas, sí”, comentó Carlo Pernat, veterano representante de grandes pilotos, entre ellos Valentino Rossi, y comentarista de SKY Italia y gpone.com, “pero cometeríamos un error, yo no desde luego (risas), si cualquier análisis no partiese de la premisa de que estamos ante un piloto único. Marc es un fenómeno que ha pilotado siempre, en Honda, en Gresini y, ahora, en Ducati oficial, por encima de los problemas y, ahora, resulta que, como ya ocurriera en Honda, se ha convertido en el salvavidas de Ducati”.
“Los títulos que ha ganado Marc se pueden analizar desde muchas perspectivas, pero cometeríamos un error, yo no desde luego, si no valorásemos que estamos ante un piloto único. Marc es un fenómeno que ha pilotado siempre, en Honda, en Gresini y en Ducati, por encima de los problemas y, ahora, es el salvavidas de Ducati”.
Estas cosas no se le pueden contar a Marc Márquez porque las niega de sopetón. Primero porque no las cree (del todo) y, segundo, porque él jamás, jamás, reconocerá que sus compañeros de marca no son capaces, como señala Pernat, de pilotar como pilota él, por encima de los problemas que plantea la moto, la pista, la climatología o sus rivales. Pero es momento, tal vez, de recordar que, en 2019, las otras tres Honda acabaron a 287 puntos de Marc (Cal Crutchlov, a ¡¡¡11 grandes premios!!!) y a 390 y 392 puntos (Johann Zarco y Jorge Lorenzo, a ¡¡¡15 grandes premios!!!).
Santi Hernández, el jefe
Todos, repito, incluido el propio Marc, declinaron reconocer que la Ducati de Márquez está muy por encima del resto de ‘Desmosedici’, pero lo está por las manos, el ímpetu, la experiencia, el pilotaje, el hambre, el brío, la pasión y la determinación del ‘canibal’ y, por descontado, por su capacidad de convertir su equipo en una familia y trabajar todos en la misma dirección, la de ganar.
Marco Rigamonti ya reconoce, como lo reconoce su jefe supremo, el ingeniero Gigi Dall’Igna, que trabajar con Marc no solo es un placer sino que es facilísimo. “Marc entiende lo que necesita la moto y lo que necesita su pilotaje y nos lo explica de maravilla”, reconoce el creador de la ‘Desmo’. “Tú puedes descubrir por qué Marc es tan rápido, pero te resulta imposible explicarlo”, reconoce Rigamonti.
Una cosa está clara tanto Dall’Igna como Rigamonti le compran la frase que siempre, siempre, decía Santi Hernández, el ingeniero (y amigo) de Marc en su época de Honda y el técnico que le ha ayudado a ganar el 75% de los títulos que posee el mayor de los Márquez Alentá: “Nosotros trabajamos duro y encantados con él, le preparamos la mejor moto posible, se la entregamos en la parrilla y, luego, nos sentamos a verle correr y disfrutamos de su pilotaje. Marc hace magia y gana incluso aunque la moto no esté perfecta”. Lo que afirma Pernat: “Marc pilota por encima de los problemas”. Y, en eso, el ocho veces campeón del mundo, también es único.
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