Leyla ha sentido que el tiempo se agota. En una conversación íntima con Bahar, ha dicho que no quería irse de este mundo sin soltar el peso que lleva en el corazón. “Es una carga muy grande, hija”, ha dicho antes de derrumbarse.
Al principio ha dudado, pero le ha pedido una promesa: que su confesión no saliera de ahí. “Me quedé embarazada muy joven, cuando no estaba preparada para ser madre”, ha empezado a explicar. Ha contado que estuvo enamorada, completamente entregada, pero el hombre al que amaba desapareció. Pese a todo, tuvo al bebé.
Pero en aquella época, ser madre soltera era impensable para su familia. Una mujer que no podía tener hijos se enteró de su situación. Esa mujer era la esposa de su hermano Aziz. “Se lo di a ella y a su marido”, ha confesado llorando.
Y entonces, ha gritado la verdad: “Yo soy la madre de Timur”. La persona a la que todos conocen como la tía Leyla, en realidad, ha sido madre en silencio. Y su hijo, sin saberlo, ha crecido llamándola tía.
La noticia ha sido un shock para Bahar. ¿Podrá callarse algo tan fuerte como esto? ¿Tiene derecho Timur a saber la verdad? ¿Y por qué Nevra nunca le dijo nada?