La administración de Donald Trump ha liberado este lunes «más de 230.000 páginas» de archivos clasificados sobre el asesinato de Martin Luther King en 1968, a pesar de las preocupaciones expresadas por la familia del líder de los derechos civiles.
El 23 de enero, el presidente estadounidense emitió una orden ejecutiva por la que desclasificaba los archivos gubernamentales relativos al asesinato del presidente John F. Kennedy en 1963, así como los de su hermano Robert F. Kennedy, conocido como Bobby, y Martin Luther King Jr en 1968. En abril hicieron lo mismo con el asesinato de Bobby Kennedy, padre del actual secretario de Salud de la administración Trump, Robert Kennedy Jr, y fiscal general del presidente demócrata asesinado.
Las 230.000 páginas publicadas el lunes incluyen la investigación del FBI, la policía federal, la caza internacional del presunto asesino de Martin Luther King y el testimonio de uno de sus compañeros de prisión, según un comunicado de la Directora de la Inteligencia Nacional estadounidense, Tulsi Gabbard, que hizo el anuncio. Pero en un comunicado, los hijos del célebre activista por los derechos civiles expresaron su preocupación por que la publicación de estos documentos pudiera ser mal utilizada «para atacar su posteridad o los logros del movimiento».
Durante su vida, Martin Luther King fue objeto de una «campaña de desinformación y vigilancia» orquestada por el entonces director del FBI, el poderoso J. Edgar Hoover, destinada a «desacreditar su reputación y, más en general, la del movimiento por los derechos civiles», señalan. También reiteran que no creen en la culpabilidad de James Earl Ray, segregacionista blanco condenado por el asesinato, perpetrado el 4 de abril de 1968 en el balcón de un motel de Memphis (sur), donde Martin Luther King había acudido para apoyar a los basureros en huelga. James Earl Ray murió en prisión en 1998.