Según la Real Academia Española, una generación es un conjunto de personas que, habiendo nacido en fechas próximas y recibido educación e influjos sociales y culturales semejantes, adoptan una actitud en cierto modo común en el ámbito del pensamiento o de la creación.
O, como diría un adolescente de la Generación Alfa: «Bro, una generación es como tu equipo. Todos nacen más o menos al mismo tiempo, farmean los mismos memes, el mismo DRIP, el mismo OOTD, shipearon los mismos crushes y tiraron beef con los mismos haters. Están en su prime al mismo tiempo y se entienden sin tirar tanto contexto, ¿sabes?».
Existen diferentes tipos de generaciones humanas, estudiadas a lo largo de los años por autores como Auguste Comte, Karl Mannheim, Antonio Gramsci y, José Ortega y Gasset, entre otros. Para este último, las personas nacidas en la misma época compartían la misma «sensibilidad vital», opuesta a la generación previa y a la posterior, definiendo de esta manera su «misión histórica».
Mensajes con expresiones de la Generación Alfa. / A. B. G.
La Generación Alfa ha crecido en un período en el que aún residían los últimos coletazos de la crisis del 2008, la intensificación del cambio climático o la salida de Reino Unido de la Unión Europea. Los nacidos en esta época aún son muy jóvenes, y por ello están aún definiendo su perfil.
Han nacido en plena era digital, de la información y de la inmediatez, lo cual se verá reflejado en su vida, desde las formas de consumo, hasta en el lenguaje. Es en este punto donde globalización y rapidez se fusionan para crear el lenguaje de la Generación Alfa.
Jerga
Cada generación ha desarrollado una jerga debido a la evolución del lenguaje y a la influencia de factores como la cultura popular, la tecnología o las redes sociales. Los «Baby Boomers» suelen utilizar términos y expresiones coloquiales que reflejan la cultura de su época. Los «centennials» (Generación X) crecieron influenciados por la televisión y la música, aunque también adoptaron algunos términos del inglés.

Una joven manda mensajes a sus amigos a través de WhatsApp. | EMMA V. DÍAZ
Los denominados como «millennials» fueron los primeros en crecer con Internet, y con ellos, términos como “LOL” Y “OMG”. Ángela Dávila se crió en esta época, donde «escribir mucho salía más caro y al final nos acostumbrábamos a escribir más abreviado y peor».
La Generación Zha creado su propio vocabulario, influenciado en muchas ocasiones por los videojuegos y las redes sociales, con ejemplos como «cringe», «random» o «hype».
Los más pequeños, la denominada Generación Alfa aún está desarrollando su propio lenguaje, aunque aquellos que han nacido más cerca de la generación anterior han asimilado algunos de sus términos. Abreviaciones, anglicismos y «stickers» son los protagonistas de los teclados de estos adolescentes. «En el caso de los emojis no son muy utilizados, y si se utilizan es generalmente con sarcasmo», explica Daniel, de 14 años.
Empleo redes sociales
Pero, ¿puede afectar el lenguaje empleado en las redes sociales a la hora de hablar o expresarse en otros ámbitos de la vida?
Para Rodrigo Benito, profesor de Educación Primaria, la respuesta es sí: «Sin duda, la forma en la que escriben los niños se ha visto afectada por la influencia de las redes sociales. El ahorro de tiempo y esfuerzo para comunicarnos con los demás ha generado un código lingüístico alternativo que, en ocasiones, pasa a ser el predominante en niños y niñas desde edades muy tempranas.
Dicho código pone en dificultad la manera de comunicarse con nosotros y con las familias; ya que la brecha generacional, por muy pequeña que sea, se acaba notando a la hora de comprender lo que nos quieren transmitir».
Raquel Martín, profesora de Educación Infantil y madre de dos niños de 6 y 15 años a veces no entiende lo que quiere decir su hijo mayor: «Nos pasamos el día preguntando. Hay palabras que yo creo que significan una cosa y me doy cuenta luego de que son todo lo contrario».

Opiniones / L.O.Z.
La evolución del lenguaje es un signo patente del globalismo actual, sin embargo, para Rodrigo nunca debería ser motivo suficiente como para usar inadecuadamente la lengua castellana u otras como el inglés.
Una idea que apoya Raquel, quien considera que ahora se abre un mundo más amplio para ellos gracias a Internet. «La mitad de las palabras que usan viene de videojuegos y youtubers, la mayoría en inglés».
Este problema de comunicación va incrementándose con el tiempo, no solo por la barrera generacional, sino porque su expresión verbal en las relaciones personales se va a ir limitando, ya que no cuentan con el trabajo clave de interiorización y de comunicación no verbal, así lo explica la psicóloga Silvia Casaseca.
«Es una generación caracterizada por ese contacto tan temprano con las tecnologías, y especialmente con las redes sociales. Cuando van llegando a la preadolescencia su comunicación se centra especialmente en las plataformas. El riesgo está en que prefieran ese tipo de comunicación, a través de ese lenguaje digital, de ese móvil».
Una de las estrategias que Rodrigo utiliza dentro de las aulas es emplear elementos creados por él mismo, de esta forma, es consciente en todo momento de lo que va a mostrar.
En su caso, siempre que emplea vídeos de plataformas como YouTube, pone el foco en el contenido: «en primer lugar, compruebo que el vídeo sea acorde a lo que quiero transmitir a mi alumnado; y por supuesto, si presenta un contenido inadecuado para su edad. Bajo esas dos premisas todo suele salir bien, pero hay que ser muy meticuloso y dedicar mucho tiempo a que todo esté perfectamente concretado».

Opiniones / L.O.Z.
Además, el profesor ha querido destacar la labor de los adultos en la educación de los niños y adolescentes: «Los adultos somos el espejo de los más pequeños. Depende de nosotros, y del uso de todas las herramientas al alcance, que eviten caer en las redes del mal uso lingüístico, tanto oral como escrito».
Para él, pautar los referentes y priorizar los canales que fomenten la educación y el pensamiento crítico son fundamentales.
Por ello, tanto padres como profesores deben trabajar al unísono en el ámbito educativo, «conseguirlo sería volver a la senda de la educación más pura: aquella de la que nos hemos quedado un poco huérfanos con la era de la sobre información y del «aquí vale todo».
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