Son las ocho de la tarde del 16 de julio en el teatro del Instituto Francés de Madrid cuando catorce artistas, en su mayoría migrantes, entran en escena para representar un musical que recoge las vivencias de personas extranjeras en talleres de artes escénicas, donde se ofrece «un refugio» libre de críticas para que aquellos que llegan solos y vulnerables puedan crear redes de apoyo.
A lo largo de una hora, ‘Taller de Migrantes’ ofrece una ventana al público para ver en primera persona una versión musicalizada de las sesiones que se llevan a cabo en los talleres de un proyecto financiado por la Unión Europea que busca demostrar que el teatro puede salir de los escenarios, atravesar muros y enfrentar desafíos como «la salud, la cárcel o la migración».
Omar Olvera, director de la obra, se encarna a sí mismo en su función de regidor de un espectáculo teatral, mientras que el resto de actores interpretan papeles basados en las experiencias migratorias reales de los participantes de estas reuniones artísticas, así como la convivencia y los conflictos sucedidos en ellas.
Acompañados del director musical, Hugo Morales, junto a otros tres músicos, y coreografiados por Gloria García Arambarry, los actores cantan en favor de la «empatía», la «resiliencia», la «autocrítica» y el «perdón», para así «tocar el alma y sanar con arte».
El teatro del Instituto Francés de Madrid acoge una obra de ‘Taller de migrantes’. / EFE
Historias «dolorosas»
Unas horas antes de que se encendiesen los focos, el elenco del musical habló con EFE sobre sus experiencias interpretando unas historias «dolorosas» que han abrazado con «empatía», al ver reflejadas en ellas a sus compañeros y compatriotas.
«Es muy gratificante ver cómo diferentes mundos, diferentes culturas, diferentes formas de pensamiento están aquí arriba sobre un escenario contando historias de cientos de personas que han pasado procesos de migración complicados -o no tanto-, y ver cómo se está llevando esto a lo largo de diferentes vidas», afirma el intérprete Antonio Gonzia.
La actriz Fernanda Olvera incide en la importancia de interpretar estas experiencias menos afortunadas para así ser consciente de que la realidad migratoria no siempre es «privilegiada» y con ello frenar todos los estereotipos con los que se cataloga a las personas migrantes.
«Emigrar no es un sinónimo de invadir» asegura, expresando además que las cuestiones tratadas en la obra invitan al público a «salirse de la burbuja de privilegio en la que todos vivimos».
Centradas en la esperanza
El equipo artístico del proyecto coincide en la importancia de representar obras como esta centradas en la esperanza que, sin llegar a «teñirlas de rosa», muestran las historias de dolor al dejar atrás lo que uno ama y de donde es, especialmente en un momento histórico marcado por políticas migratorias controvertidas en todo el mundo.
«Hoy en día se habla de la migración como un concepto abstracto, como datos estadísticos», enfatizaron los actores. De esa forma se olvida que cada cifra lleva detrás una persona, una historia y un nombre a los que hay que «poner voz y cara».

‘Taller de Migrantes’ o cómo el teatro puede ser refugio para migrantes que llegan solos / EFE
«Creo que en estos tiempos donde están pasando muchas cosas con los migrantes, no solo en este país, sino en todo el mundo, el volver a sentirnos humanos es lo que nos va a salvar desde el amor», concluye Antonio Gonzia.
Cinco años de un proyecto que toca el alma y sana con arte
‘Taller de Migrantes’ es el resultado de TransMigrARTS, un proyecto que comenzó hace cinco años de la «idea utópica» de que las artes escénicas podían romper con su concepción clásica y convertirse en una forma de integración social para los más vulnerables, según la responsable del proyecto, Monique Martínez.
Esta obra es el broche final de una investigación impulsada por catorce entidades de cuatro países de Europa y América Latina, que ofrece una nueva mirada de la realidad migratoria que, según sus protagonistas, ayuda a poner voz y cara a historias que se «demonizan».
El arte es una «herramienta universal que no tiene fronteras, es un idioma común para todos», explica Dani Neck sentado en corro junto a sus compañeros de reparto en el escenario, que describen el papel clave que pueden jugar el teatro, la música y la danza en la transformación y mejora de las condiciones de vida de los migrantes.
Aunque el objetivo principal de TransMigrARTS es aportar una nueva metodología conocida como Investigación Creación Aplicada (ICA), sus talleres artísticos ofrecen un espacio en el que compartir sus experiencias sin que nadie les juzgue ni critique: «Uno encuentra una segunda familia en la sala de ensayos», añade la actriz Blanca Vergara.