Lucas, el talent más pequeño de esta edición, fue el encargado de cerrar la Semifinal de La Voz Kids por todo lo alto. Con solo 8 años, volvió a demostrar que el talento no entiende de edad, interpretando con una madurez sorprendente el clásico ‘Amor eterno’ de Rocío Dúrcal.
Su voz, dulce y firme, llenó el escenario de emoción y sensibilidad. La canción, cargada de sentimiento, fue defendida con una entrega y un respeto que conmovió tanto al público como a los coaches.
Manuel Turizo, su coach, no pudo evitar emocionarse tras la actuación: “Él sabe que estoy loco con él”, dijo con una sonrisa orgullosa, mientras seguía aplaudiendo al pequeño.
Lucas no solo cantó. Conectó, tocó el alma y volvió a demostrar por qué ha llegado tan lejos en el concurso. Su paso por el programa está siendo una muestra de talento, dulzura y crecimiento constante.