Se marcha del Real Zaragoza y pone rumbo a China tras cuatro temporadas, ¿con qué sensaciones?
Me voy contento conmigo mismo, tanto a nivel deportivo como personal. Con mis compañeros y entrenadores he intentado siempre dar lo mejor de mí, adaptándome a las circunstancias y afrontando cada situación con compromiso. Siento que he entregado todo por este club. Me he involucrado al máximo, también en lo interno, en aspectos que quizás no siempre se ven desde fuera, pero que para mí eran importantes. No sé si todo eso se ha percibido, pero me voy en paz. Con la conciencia tranquila de haber aportado todo lo que estaba en mis manos.
113 partidos en cuatro temporadas es un número para estar satisfecho, ¿no?
Me siento muy orgulloso de haber llegado a disputar más de un centenar de partidos con un club como el Real Zaragoza. Es algo increíble, que siempre quedará marcado en mi carrera deportiva. Estoy muy feliz por ello, aún más sabiendo que en muchas ocasiones no partía como titular ni con la titularidad asegurada. Eso le da todavía más valor a todo lo vivido.
Seguramente han sido temporadas más duras de lo que esperaba al firmar, el equipo no ha peleado por el ascenso.
Siempre que uno llega a un club como el Real Zaragoza, lo hace con la ilusión de pelear por los puestos de arriba y, por supuesto, con el objetivo de lograr el ascenso estando en Segunda. Ese fue el motivo por el que vine aquí. No se consiguió, pero me llevo la experiencia completa de estos cuatro años: momentos muy buenos y otros no tan fáciles, de los que también he aprendido muchísimo. Todo forma parte del camino y me siento agradecido por ello.
«Este último año ha sido, sin duda, en el que más regularidad he tenido y en el que mejor me he sentido, pero, al mismo tiempo, ha sido el más duro, por todos los momentos complicados que hemos vivido como equipo»
¿Cuál cree que fue su mejor año? En el último curso quizá en la primera vuelta es donde con más regularidad jugó, ya que fue indiscutible
Este último año ha sido, sin duda, en el que más regularidad he tenido y en el que mejor me he sentido físicamente y futbolísticamente, gracias a la continuidad en el campo. Pero, al mismo tiempo, ha sido el más duro, por todos los momentos complicados que hemos vivido como equipo. No ha sido fácil, pero también ha sido un año de mucho aprendizaje.
Ha tenido además el privilegio de llevar el brazalete y de en la última temporada sobre todo ser un peso pesado en el vestuario.
Llevar el brazalete del Real Zaragoza ha sido un privilegio y una enorme responsabilidad. Lo he llevado con orgullo, con el máximo respeto a los valores del club y siempre defendiendo al equipo dentro y fuera del campo. Es algo que forma parte de mí, de mi manera de entender este deporte, y que me ha representado en cada momento.
«Siento que he entregado todo por este club. Me he involucrado al máximo, también en lo interno, en aspectos que quizás no siempre se ven desde fuera, pero que para mí eran importantes. No sé si todo eso se ha percibido, pero me voy en paz»
¿Le habría gustado renovar?
Tanto mi mujer como yo estábamos muy a gusto en la ciudad. Era nuestra primera experiencia juntos fuera de Barcelona y nos adaptamos muy bien desde el principio. Además, después de cuatro años en el club, ya conocía bien su funcionamiento y a las personas que lo integran, y eso te da una sensación de confianza, estabilidad y pertenencia. Pero el fútbol es así: a veces hay decisiones que se entienden y otras que no tanto. En cualquier caso, las respeto y las acepto, porque forman parte de esta profesión.
¿Entiende la forma de actuar del club de pedirle más tiempo y al final no presentarle una propuesta?
La forma en que se ha resuelto mi situación seguramente responde a la necesidad de cambios dentro del club y a la situación contractual de la plantilla. No ha sido ejemplar, pero estoy convencido de que actuaron de la mejor manera que supieron. Dicho esto, sí me habría gustado que se tomara una decisión más clara respecto a mi continuidad, ya fuera para seguir o para salir, y que se me hubiera comunicado con mayor antelación. Aun así, como les dije personalmente, lo entiendo y lo respeto al 100%.
«Mientras estaba Juan Carlos Cordero tuvimos un par de conversaciones en las que me transmitió su intención de que nos sentáramos a hablar sobre mi futuro y buscar un acuerdo para continuar en el club. Sin embargo, tras su salida, no volví a recibir información. Situaciones como esta que he vivido son las que me recuerdan por qué nunca me permito dar menos del 100%»
Con el anterior director deportivo se emplazaron a renovar hace unos meses y eso no llegó.
Mientras estaba Juan Carlos Cordero tuvimos un par de conversaciones en las que me transmitió su intención de que nos sentáramos a hablar sobre mi futuro y buscar un acuerdo para continuar en el club. Sin embargo, tras su salida, no volví a recibir información por parte del club, algo que entiendo en parte, ya que durante la recta final de la temporada no había un director deportivo. Situaciones como esta que he vivido son las que me recuerdan por qué nunca me permito dar menos del 100%. En el fútbol profesional todo puede cambiar en cuestión de segundos, y por eso siempre he intentado mantenerme al máximo nivel, sin guardarme nada.
Lluís López pugna por un balón aéreo con Panichelli. / CARLOS GIL-ROIG
¿Se marcha dolido?
Me voy satisfecho con mi paso por el club y, sobre todo, feliz por haber conocido a personas y compañeros que hoy ya considero amigos. Me llevo una gran experiencia vivida en Zaragoza, tanto dentro como fuera del campo. Me marcho con la misma actitud que tuve, con la que siempre he intentado comportarme: orgulloso, agradecido y con la conciencia tranquila por todo lo que he dado.
Por la dureza de la última temporada y siendo además el capitán, ¿sufrió mucho?
Siempre he vivido el fútbol, y la vida, con intensidad, y eso implica también sufrir. Así lo entiendo yo: darlo todo, implicarme al máximo y disfrutar cada momento, incluso en la dificultad. Me siento un privilegiado por poder dedicarme a esto, y lo valoro mucho. Pero es cierto que, a nivel deportivo, este año ha sido especialmente exigente. Por la responsabilidad que asumí y por el grado de compromiso que tengo con el club y el equipo, he sufrido más de lo que me habría gustado. Aun así, todo eso me ha hecho crecer. Me llevo una experiencia que me ha enriquecido mucho, y eso me lo guardo como algo muy valioso, para siempre.
«Es cierto que, a nivel deportivo, este año ha sido especialmente exigente. Por la responsabilidad que asumí y por el grado de compromiso que tengo con el club y el equipo, he sufrido más de lo que me habría gustado. Aun así, todo eso me ha hecho crecer»
¿Qué le parece el nivel de cambio que se está llevando en la plantilla este verano?
El club debe tener un plan, y cuando los resultados no han sido los esperados, es normal que se produzcan cambios. Es cierto que en estos últimos años no ha habido una estabilidad real, pero también es verdad que los resultados no han acompañado. En ese contexto, es lógico que se tomen decisiones y se replantee el rumbo. Forma parte del fútbol y hay que entenderlo así.
Se ha optado por un mensaje más humilde en los objetivos sin hablar tan claramente de ascenso, tanto, del entrenador como del director deportivo. ¿Cree que es acertado?
Creo que todos tenemos claro que el objetivo del Real Zaragoza es estar en Primera División. Cuando comienzas una temporada con ese propósito y no se logra, es inevitable que aparezca la frustración. Por eso, me parece acertado plantear un objetivo más realista o humilde, siempre y cuando la ambición de ascender siga intacta. Y estoy convencido de que esa ambición sigue estando muy presente.
¿Vestir esta camiseta pesa más que otras en Segunda?
Jugar en el Real Zaragoza conlleva una enorme responsabilidad. Por la historia que tiene el club, por su dimensión en el fútbol español y por la masa social que lo acompaña en todo momento. No es fácil saber gestionar esa presión, y todo se vuelve aún más complejo cuando los resultados deportivos no acompañan. Aun así, para mí ha sido un honor y un privilegio vestir esta camiseta. Lo he vivido con respeto, compromiso y orgullo desde el primer día.
¿Se va con la espina clavada de no lograr subir con el Zaragoza?
Me hubiera encantado vivir un ascenso a Primera División. Es un logro enorme para cualquier jugador, y aún más si es con un club como el Real Zaragoza y en una ciudad como esta. Me habría hecho muy feliz poder devolverle esa alegría a tanta gente que lo merece. Ojalá algún día el club lo consiga, porque sé lo que significa para ellos.
¿Qué lugar ocupa el Zaragoza en su corazón tras estos cuatro años?
Me llevo esta etapa con mucho cariño y la recordaré como una época feliz de mi vida, tanto en lo personal como en lo profesional. He crecido como persona y también como futbolista. Todo lo vivido aquí me ha marcado y me lo llevo conmigo para siempre.
«Me hubiera encantado vivir un ascenso a Primera División. Ojalá algún día el club lo consiga, porque sé lo que significa para ellos. Me llevo esta etapa con mucho cariño y la recordaré como una época feliz de mi vida»
¿Y la afición?
Es increíble contar con una masa social tan grande, especialmente en la situación que ha vivido y vive el club en los últimos años. Creo que todos, el club, el equipo, los jugadores y, por supuesto, los aficionados, comparten el mismo deseo: ver al Real Zaragoza crecer y volver a lo más alto.Como dije antes, todos debemos ser conscientes del pasado que arrastra el club, de la situación actual y del futuro que quieren. Estoy convencido de que, si permanecen unidos, el Real Zaragoza podrá alcanzar todos los objetivos que se proponga.
¿Qué sentirá cuando un día el equipo logre el ascenso? ¿Lo verá como algo también suyo en esa parte de estos años?
Me alegraré muchísimo cuando ese ascenso se logre. Espero tener muchos amigos en el club a quienes pueda felicitar personalmente por ese ascenso. Lo veré como que pude ayudar, aportar y facilitar todo lo que estuvo en mi mano durante mi etapa allí. Confío en que ese esfuerzo haya contribuido a mejorar las cosas y, en consecuencia, a que el Real Zaragoza vuelva a estar en Primera División.