Una operación conjunta de la Guardia Civil y la Policía Nacional ha permitido desarticular una activa banda rumana de butroneros asentada en Alicante que se dedicaba a robar cobre en empresas de material eléctrico de todo el país. En poco más de tres meses perpetraron una docena de asaltos en los que obtuvieron un botín de casi 600.000 euros en mercantiles de Villena, Ibi, Elche, Almansa (Albacete), Valladolid, Cañada y Bullas (Murcia).
En el operativo han sido apresados cinco miembros de la banda en Novelda, Aspe y en la localidad murciana de Bullas. Además han sido detenidas o investigadas cuatro personas más de chatarrerías de las provincias de Toledo y Madrid por receptación al haberles comprado el cobre sustraído.
Los cinco miembros de la banda quedaron en libertad provisional con medidas cautelares tras pasar a disposición judicial, donde fueron asistidos por el abogado Eloy Ferrández. La operación sigue abierta para capturar al cabecilla del grupo, un delincuente también rumano con un amplio historial delictivo en España y que se sospecha que ha huido del país.
Los robos fueron cometidos entre el 28 de febrero y el pasado 21 de junio y los investigadores detectaron un mismo patrón delictivo hasta en trece delitos perpetrados en las provincias de Alicante, Albacete, Murcia y Valladolid.
El grupo estaba asentado en Novelda, aunque algún implicado residía en otra provincia. Para perpetrar los asaltos alquilaban furgonetas con gran capacidad de carga y se desplazaban junto a vehículos particulares a los municipios donde estaban sus objetivos. La banda buscaba sobre todo empresas de almacenaje y distribución de material eléctrico ubicadas en zonas industriales.
Para acceder a las naves utilizaban el método del butrón, un agujero en uno de los muros de la nave. En uno de los robos cometidos en una fábrica de cables de Ibi llegaron a realizar hasta tres butrones en naves colindantes para poder entrar en la empresa que pretendían desvalijar.
Los investigadores constaron que una vez cometían los robos se desplazaban con las furgonetas alquiladas hasta empresas de recuperación y reciclado de localidades ubicadas en otras provincias, tratando así de evitar la detección de la venta del material robado en la propia provincia donde robaban.
Dentro del grupo cada uno tenía una función claramente delimitada y hacían gala de una gran coordinación entre ellos en la comisión de los robos. Gracias a ello llegaron a cometer hasta tres robos durante la misma noche, consiguiendo botines que en algún caso se elevaron hasta los 246.744 euros en material de cobre sustraído de una empresa de material eléctrico de Ibi. Este dinero, sumado a los hechos cometidos en otras empresas de Villena, Cañada y Elche, generó unos beneficios a la banda de 380.000 euros solo con los asaltos en la provincia alicantina.
Bobinas de seis toneladas
La banda de butroneros buscaba en las empresas bobinas de cable de cobre recubierto de plástico y aunque algunas llegaban a tener un peso de entre 6.000 y 8.000 kilos, las desmontaban y cortaban en trozos pequeños para facilitar su traslado hasta los vehículos que usaban para su carga.
En una empresa asaltada en Valladolid había tanto cobre que los investigados estuvieron durante tres noches seguidas “trabajando” para conseguir llevarse todo el material y causaron un perjuicio de 150.000 euros.
La fase de explotación de la operación conjunta tuvo lugar a finales del pasado juicio, cuando ya estaban identificados todos los miembros y se detectó que estaban planeando un nuevo robo con un vehículo de alquiler.
Los investigadores establecieron un dispositivo de vigilancia y siguieron a dos sospechosos desde la provincia de Alicante hasta la localidad murciana de Bullas. Allí cometieron un asalto y fueron detenidas dos personas cuando ya tenían gran cantidad de cable de cobre en la furgoneta que habían sustraído en una empresa de un polígono industrial. A continuación fueron detenidos dos sospechosos más en Novelda y un tercero en Aspe.
Días después de estas detenciones se procedió a realizar una segunda fase de la operación para detener a las personas que les compraban el cobre. Así, la investigación reveló que había dos empresas de recuperación y reciclado de metales ubicadas en Leganés (Madrid) y en Numancia de La Sagra (Toledo) que actuaban presuntamente en connivencia con los autores de los robos comprándoles el cobre a sabiendas de que tal cantidad de cable era inusual y, por tanto, de clara procedencia ilícita.
Por ello, fueron detenidas por receptación dos personas más, que son las responsables de tales empresas, y también se investigó a otras dos más relacionadas con este mismo delito. Durante estos registros en las chatarrerías, que contaron con el apoyo de una patrulla del Seprona de Illescas, se detectaron además múltiples infracciones administrativas
La operación conjunta ha sido desarrollada por agentes del Equipo Roca de la Compañía de la Guardia Civil de Ibi, el Equipo de Policía Judicial del puesto de Villena y el Grupo III de Policía Judicial la Comisaría de Policía Nacional de Elche.
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