La Comisión de Ursula von der Leyen ha presentado este miércoles su propuesta para el presupuesto plurianual de la UE del periodo 2028-2034, que multiplica por cinco el gasto en Defensa (hasta situarlo en 131.000 millones de euros en siete años) y recorta los fondos agrícolas y de cohesión, que son los más importantes para España.
El plan de Von der Leyen supone el pistoletazo de salida para una larga y compleja negociación que se prolongarán al menos hasta principios de 2027. Las discusiones sobre dinero son las más difíciles de la UE, ya que enfrentan a los contribuyentes netos como Alemania o Países Bajos contra los beneficiarios, como España.
La principal novedad que plantea Bruselas es centralizar a nivel de los Estados miembros la gestión de los fondos estructurales, agrícolas y migratorios. Un cambio radical que arrebata a comunidades autónomas y regiones buena parte del poder de decidir cómo se distribuyen las ayudas.
Además, los pagos se condicionarán a la realización de las reformas e inversiones exigidas por la Unión Europea, como ocurre ahora con los fondos Next Generation.
Sin embargo, Von der Leyen no contempla una reedición de los Next Gen, que se aprobaron al mismo tiempo que el vigente presupuesto 2021-2027 y cuya potencia de fuego asciende a 800.000 millones de euros. Italia y España son los grandes perdedores, puesto que han sido los principales beneficiarios -a gran distancia del resto- de los fondos Next Gen.
«Los Next Generation los creamos como respuesta al coronavirus, y fueron extremadamente exitosos. Pero no podemos decir que sea un fondo permanente. Fue -y sigue siendo- un fondo de recuperación tras la pandemia», ha explicado la presidenta de la Comisión.
De hecho, el nuevo presupuesto tendrá que destinar 24.000 millones de euros al año para devolver la deuda conjunta europea que se emitió con el fin de financiar los Next Gen.
Si se descuentan los Next Gen, las ayudas europeas adjudicadas a cada Estado miembro serán «ligeramente superiores» a las de la actualidad, asegura Von der Leyen. No obstante, el Ejecutivo comunitario no ha difundido de momento ninguna estimación del importe de estos sobres nacionales.
Durante el periodo 2021-2027, España recibirá alrededor de 100.000 millones en ayudas de la política agrícola común (PAC) y de los fondos estructurales. Nuestro país es el segundo mayor beneficiario de la PAC y de las ayudas regionales, con lo que cualquier recorte de estas partidas le afecta de forma particularmente importante.
Bruselas ha eludido cuantificar el porcentaje de recorte aplicado a la PAC y a los fondos estructurales y los cambios en la estructura del presupuesto dificultan hacer los cálculos.
En el caso de la PAC, el próximo presupuesto plurianual reserva un mínimo de 300.000 millones de euros en el periodo 2028-2034 a los pagos directos a los agricultores y 2.000 millones a la pesca, aunque los Estados miembros pueden aumentar estas cantidades recurriendo a la flexibilidad prevista en sus fondos regionales.
En el actual periodo, el presupuesto total de la PAC asciende a 378.000 millones de euros.
En cuanto a los fondos estructurales, se consagrará un mínimo de 218.000 millones de euros para las regiones más pobres en siete años, cuando el presupuesto actual total está alrededor de 400.000 millones.