Las
intensas lluvias que cayeron en Vilafranca del Penedès (Barcelona), ha provocado
que el Hospital Comarcal haya quedado inoperativo. Los daños, que
han afectado principalmente al sistema eléctrico y la red de agua,
han obligado a clausurar el hospital y a trasladar a sus 71 pacientes
a otros centros sanitarios de Cataluña.
En
un primer momento, se cerró solo el servicio de urgencias, pero
finalmente se optó por cerrar completamente el hospital y derivar a
los pacientes a otros centros como los de Bellvitge (Hospitalet de
Llobregat); Viladecans; Igualada; el Vendrell; el Sagrat Cor de
Martorell o al Parque Sanitario Sant Joan de Déu, en Sant Boi de
Llobregat.
La
actividad no se podrá retomar, previsiblemente, hasta dentro de dos
o tres semanas. Por este motivo, se están reprogramando cirugías,
pruebas diagnósticas y las consultas externas. También se mantiene
abierto 24 horas al día el CAP Norte de la ciudad para atender a la
población.
La
consejera de Salud, Olga Pané, ha explicado que, aunque durante la
noche del sábado se pudo mantener parcialmente la actividad con
grupos electrógenos, la prioridad era garantizar la seguridad de los
pacientes y del personal. “Preferimos cerrar y recuperar con
seguridad todas las instalaciones para que estén en condiciones de
soportar incluso otro aguacero de estas características”, dice la
consejera, que también pide “la comprensión de todos” ante un
evento tan excepcional.
El
traslado de los 71 pacientes ingresados se organizó con una
logística coordinada por el Sistema de Emergencias Médicas (SEM),
que movilizó 10 ambulancias para reubicar a los afectados en los
diferentes hospitales.
Se han reprogramado visitas y operaciones
Según
Pané, ningún paciente ha visto comprometido su estado de salud ni
agravado su pronóstico gracias a la rapidez y eficacia de la
operación. La clausura del hospital ha tenido un impacto inmediato
en la actividad sanitaria programada. Las 25 operaciones previstas
para este lunes han sido reprogramadas, al igual que las consultas
externas y las pruebas diagnósticas. Olga Ferrer, gerente del
Consorcio Sanitario del Penedès-Garraf, explicó que se priorizarán
las intervenciones urgentes y oncológicas, redistribuyendo la
actividad quirúrgica entre los tres centros del consorcio.
Los
daños en el hospital se concentran principalmente en la planta
inferior, donde la inundación afectó los sistemas eléctricos, los
generadores y la red de agua, además de los almacenes y la farmacia.
Aun así, se logró trasladar a tiempo buena parte de los
medicamentos y el material sanitario a zonas no afectadas del
edificio, minimizando las pérdidas.
La
inundación de las instalaciones se produjo a raíz del
desbordamiento de un muro, que no pudo contener el agua que procedía
de las viñas de los alrededores del centro.
La
lluvia dejó el sábado más de 100 litros en zonas del Alt Penedès
y l’Anoia (Barcelona); también destacaron puntos de les Terres de
l’Ebre y Alt Camp (Tarragona), con 119,7 litros en Querol; los 102
litros en Canaletes (Alt Penedès, Barcelona), y 100,1 en el Parc
Natural dels Ports (Tarragona).
Los
Bomberos de la Generalitat recibieron unos 1.200 avisos, la mayoría
por inundaciones de bajos y garajes, vehículos arrastrados por el
agua y árboles caídos.