Preguntar a los aficionados que han presenciado partidos en el Mundial de Clubes sirve para entender la dimensión global del fútbol y de equipos como el Real Madrid. Las banderas de países centroamericanos y del Caribe fueron las más numerosas en los partidos disputados en EEUU por el equipo de Xabi Alonso. Los que sintieron la derrota ante el PSG como el fin de una aventura en la que han disfrutado viendo a su equipo. La procedencia más repetida entre los hinchas blancos, sobre todo cuando se preguntaba en Miami, era Cuba. Un país donde se ha producido un giro totalmente inesperado hasta hace unos años que ha desplazado al béisbol como deporte favorito.
La importancia española en la fundación de la liga local
«Puedo decir que el fútbol, en este preciso instante y desde hace ya algunos años, es el deporte más popular dentro de Cuba. Sin ninguna discusión. No es que los cubanos hayan dejado de ver béisbol, pero cuando sales a la calle te das cuenta del cambio. Hice en mi canal de YouTube una encuesta en la que pregunté a personas de todas edades si preferían el fútbol o el bésibol. La primera opción ganó claramente«, cuenta a este diario Alexander Ramírez, periodista y creador de GolCuba, plataforma centrada en el fútbol en la isla.
Un grupo de jóvenes juega a fútbol en las calles de La Habana. / FIFA
El fútbol llegó a Cuba de un modo similar al que lo hizo en el resto de territorios: por medio de marineros e inmigrantes, tanto españoles como ingleses, que ya en 1907 jugaban partidos informales. Años después se celebraría el primer campeonato nacional, con equipos asociados a una colectividad. Es el caso del Euskeria, formado mayoritariamente por inmigrantes vascos o desciendentes de los mismos. Fue uno de los protagonistas de las primeras competiciones organizadas en el país, junto al Hispano América, el Centro Gallego, el Rovers AC (británicos) o el Vedado Tennis Club, que tenía raíces criollas. Pero el hito más destacado hasta la fecha sucedió en el Mundial de 1938.
Cuba fue la primera selección caribeña en disputar una Copa del Mundo. Lo hizo en Francia, donde avanzó hasta cuartos de final después de eliminar a Rumanía. Sigue siendo la única participación en la cita internacional de un combinado nacional que ocupa el puesto 166 de 210 del ranking FIFA. Muy alejado de la cima, lo que no ha impedido que se haya producido un avance deportivo, pero sobre todo social. Algo posible gracias a la incorporación de jugadores nacidos fuera de la isla o descendientes de cubanos que emigraron.
Los ‘legionarios’ que llegaron a la selección nacional
«Desde 2021 Cuba dio el paso de permitir ‘legionarios’, es decir, jugadores que están fuera de la liga local. Era una prohibición que había estado desde principios de los años 60, no solo en el fútbol sino en todos los deportes, que solo se convocaban atletas para las selecciones nacionales que jugaban en las ligas nacionales de Cuba», relata Ramírez, autor del documental ‘Luis Paradela, de las calles de Cuba al Cielo de Costa Rica’. Al actual delantero del Universitatea Craiova de Rumanía su apellido, con fuerte impronta gallega, le delata.
Paradela es uno de esos ‘legionarios’ que ha permitido un paso adelante del fútbol y de la selección cubana. El jugador con mayor valor de mercado es, actualmente, Christian Joel, portero del Sporting, al que la Asociación de Fútbol de Cuba ha tentado en más de una ocasión. La idea es que siga el mismo camino que Onel Hernández, que acaba de finalizar su vinculación con el Norwich inglés. O Jorge Aguirre, delantero de vasco de madre cubana que formó parte de las últimas convocatorias. La base no deja de ampliarse, con casos como el de Alessio Raballo, ariete del juvenil del Parma.
De hecho, el gran hito reciente del fútbol cubano le ha correpondido a la selección sub-20, que acaba de hacer historia al clasificarse, por segunda vez, para el Mundial sub-20. Ya estuvo en la fase final de 2013, cuando quedó última clasificada. La diferencia entre ambas aventuras es que el actual equipo juvenil de Cuba está compuesto por jugadores que pertenecen al profesionalismo, una situación que los gobernantes de Cuba tardaron décadas en ver con buenos ojos.
Decepción por la eliminación de Cuba contra Bermudas
«Lo que se consiguió hace cuatro años es que el fútbol se sumase a lo que ya había hecho el balonmano. Además de abrirse las puertas a los nacionalizados, también se facilitó que los jugadores locales pudieran firmar contratos en el exterior, rompiendo así con viejos tabúes sobre el profesionalismo, que había sido considerado una lacra desde la Revolución de 1959″, escribe el creador de contenido y redactoar en medios especializados como PlayOff Magazine y OnCuba News.
«Se preveía que Cuba diera un elevado salto de calidad en el fútbol, pero la no clasificación para el Mundial 2026 cortó esta evolución. Sabíamos que era difícil, pero no estaba en los planes de nadie no llegar a la fase final, porque nos había tocado un grupo bastante asequible. Sin embargo, fuimos eliminados por Bermudas, país de 64.000 habitantes, los que tiene mi municipio«, lamenta Ramírez sobre el varapalo que se llevó un pueblo enamorado por el fútbol después que se su selección cayese eliminada el pasado mes de junio.
«Dolió mucho, sobre todo porque sabemos que se pudo hacer más. Fue una situación que se pudo haber evitado si, como veníamos alertando los periodistas y la afición», reflexiona el periodista cubano, quien apunta un responsable principal del desastre: «Si hubiéramos nombrado también un entrenador de caldiad para este grupo…». Ramírez se refiere a Yunielys Castillo, un seleccionador sin ninguna experiencia en el extranjero y nada que se le parezca. «La verdad es que he visto bastante, sobre todo en mis redes sociales, la tristeza de la gente en los comentarios. Era algo que no se esperaba, que estaba fuera de los planes de todo el mundo. Fue un bajón tremendo que le ha quitado el hype que traía la selección cubana de fútbol», añade.
Del ‘paquetito’ a los VPN para seguir LaLiga
Con todo, el fútbol sigue estando en la vida diaria de los cubanos, que siguen los partidos internacionales, como la Champions, a través del llamado ‘El Paquete Semanal’ o con servicios de IPTV, debido a las restricciones en las tranismisiones de eventos deportivos por los canales nacionales. De hecho, Ramírez es una de las voces más fuertes que reivindica cada vez que juega la selección de Cuba que exista una retransmisión pública en TeleRebelde, el operador oficial del país.
Como en la mayoría de cosas de la vida diaria, los cubanos se las han ingeniado para seguir a sus equipos favoritos. El citado ‘paquetito’ o ‘paquetico’ es un sistema offline de distribución de contenido que incluye variedad de materiales, incluyendo partidos de fútbol, que se actualiza semanalmente y se comparte de manera local. Esto ha permitido que se desarrolle un auténtico furor por LaLiga, aunque con un sistema que perseguiría Javier Tebas, presidente del organismo, si tuviera ocasión.
El Real Madrid tiene una peña oficial reconocida en La Habana y otra en Trinidad mientras que el Barça cuenta con seis peñas oficiales en diferentes localidades. Lo mismo sucede con el Atlético, que tiene dos colectivos de seguidores integrados en su unión internacional. A estos hay que sumarles los numerosos aficionados en la diáspora que han copado las gradas del Mundial de Clubes, donde han lucido con orgullo las camisetas de los clubes a los que siguen, evidenciando el poder del fútbol frente a la pelota. Un cambio de paradigma que la selección terminará de asentar.