Mallorca siempre ha tenido ese don especial para atraer a los más ilustres visitantes, aunque sus gustos hayan evolucionado considerablemente a lo largo de los siglos. Si antes eran los corsarios quienes buscaban refugio en sus calas secretas con sus botines pirateados, ahora son las estrellas de Hollywood quienes anclan sus megayates en busca del tesoro más preciado: la privacidad.
Fuente