«Sufrimos las consecuencias de no tener fronteras fuertes», se leía en una de las pancartas que portaban, este sábado al mediodía, las personas que se concentraron en la Plaza del Ayuntamiento de Torre Pacheco, pueblo que esta semana se convertía en el epicentro de la tensión contra los migrantes a raíz de la agresión sufrida por un jubilado, Domingo, a manos de un individuo que, aunque no ha sido identificado ni detenido, muchas personas tienen claro que es un extranjero sin papeles, específicamente originario de Marruecos.
Esto supuso un estallido de la violencia y «graves altercados», en palabras del jefe de la Policía Local de Torre Pacheco. Al término de la manifestación, pacífica a priori, que se había convocado en el exterior del Consistorio el viernes por la tarde, se desató la cacería. Durante la madrugada, la Policía y la Benemérita se emplearon a fondo para frenar a los violentos, muchos de ellos llegados de fuera del municipio e incluso de fuera de la Región, armados con palos y gritando, que acudieron a domicilios donde sabían que viven migrantes, a fin de amedrentarlos, manifiestan vecinos y fuentes policiales.
Los agentes no detuvieron a nadie porque un arresto podría servir para avivar la hostilidad
Los agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil que se movilizaron a este pueblo del Campo de Cartagena, ante la situación de tensión in crescendo, no llegaron a detener a nadie, pese a presenciar agresiones físicas, contra mobiliario urbanos, coches y personas. La razón: por seguridad. Fuentes policiales explican que, en situaciones así de hostiles, un arresto podría llegar a tensar aún más la cuerda y dar lugar a episodios aún más violentos. De ahí que los efectivos se centrasen en proteger a las personas que estaban siendo atacadas, para evitar males mayores.
La delegada del Gobierno en Murcia, Mariola Guevara, calificó lo sucedido el viernes de «altercados puntuales que fueron controlados». No obstante, la representante del Ejecutivo central anunció que se mantiene el refuerzo de seguridad, por parte de los miembros del Instituto Armado.
«No se tolerará la violencia ni el odio. Pido calma a la ciudadanía y colaboración para proteger la convivencia», indicó Guevara, en un vídeo colgado en redes.
Dado que este sábado por la mañana había organizada otra manifestación en el mismo sitio (esta vez, convocada por Vox) el Consistorio optaba por suspender el mercadillo semanal que se iba a celebrar, dado que «peligra la integridad de los mercaderes, así como la de los consumidores y visitantes del mismo», según se leía en una comunicación de la Jefatura de la Policía Local, a la que ha tenido acceso este periódico.
La concentración se desarrolló en medio de una calma tensa, pero sin incidentes y agresiones. Los concentrados exhibían carteles en los que se podía leer ‘Stop inseguridad’, junto al logo del partido de Abascal, ‘stop invasión’ y ‘stop salvajes’. ‘Asesinos deportación’, ponía en unas cartulinas con la rúbrica de Revuelta, una organización juvenil impulsada por Vox.
«Mételos en tu casa»
En un momento dado, una vecina de la localidad se dirigió a algunos de los concentrados (que no eran residentes en el pueblo) y les dijo que «los musulmanes no son todos ni asesinos ni nada». La mujer comenzó a ser increpada por varias personas a la vez, que le dedicaron frases como «por culpa de gente como usted estamos como estamos» y «qué estás hablando, mete a los marroquíes en tu casa».
La situación fue subiendo de tono y obligó a intervenir a agentes de la Policía Local, que asistieron a la vecina mientras quienes la habían increpado coreaban «fuera, fuera» y «váyase usted, señora».
Los ánimos estaban caldeados también en redes sociales: la Policía tenía conocimiento de quedadas por Telegram de grupúsculos que hablaban de repetir la cacería nocturna y «buscar marroquíes». Por otro lado, los extranjeros, al sentir que están en la diana, también ponían sobre la mesa la opción de quedar y «defenderse». El refuerzo de la seguridad en el pueblo, de momento, sigue.