«Esta es una señal de unidad y de recuperación de nuestras vidas». Con estas palabras ha descrito este jueves el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, los resultados de la IV Conferencia para la Recuperación de Ucrania, celebrada en el auditorio ‘Nube’ de Roma con la asistencia de unos 5.000 participantes. El estado eslavo invadido por Rusia hace ya tres años y medio ha logrado cerrar acuerdos y promesas de inversión por un montante de 10.000 millones de euros, en una cita en la que ha participado por vez primera un representante estadounidense, concretamente el general Keith Kellogg, enviado especial para Ucrania del presidente Donald Trump.
«Invertir en Ucrania es invertir en nosotros mismos, porque nos concierne a todos y a cada uno de nosotros», ha proclamado la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, tras recibir constatación de la elevada suma de dinero comprometida en inversiones y proyectos. «Es una cifra muy significativa«, ha constatado por su parte, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. A la cita romana también han acudido la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, pese a que durante la jornada se votaba una moción de censura contra ella en el Parlamento Europeo, y su homólogo del Consejo Europeo, António Costa.
Creación de fondo
La primera ha anunciado la creación de un fondo con un capital inicial de 220 millones de euros para apoyar proyectos aprobados de inversión. «Estoy especialmente feliz de anunciar el Fondo Insignia Europeo para la Reconstrucción, el más grande fondo de acciones para la reconstrucción… lo creamos (con el apoyo de) Italia, Alemania, Francia, Polonia y el Banco Europeo de Inversión; confío en que otros querrán unirse en el futuro; las gentes de Ucrania están dispuestas a dirigir su economía hacia el futuro; y el momento de invertir es ahora», ha recalcado Von der Leyen. La presidenta de la Comisión ha dedicado encendidos elogios a un país que, al mismo tiempo que planea su defensa, debe afrontar complicadas reformas estructurales que le exige Bruselas para materializar su sueño de ingresar en la UE, lo que debía ser bienvenido desde Bruselas. «Ucrania está cumpliendo con sus (compromisos) de reforma; nosotros tenemos también que cumplir… para millones de ucranianos, el futuro tiene dos banderas: la ucraniana y la europea», ha enfatizado.
Por su parte, Costa ha destacado el ingente esfuerzo que será necesario para reconstruir Ucrania: el país «requerirá un masivo y sustancial esfuerzo de la comunidad internacional, de tal amplitud que contrarresta la escala de a destrucción y la urgencia del momento». En su opinión, «hay que obligar a Rusia a responsabilizarse de las acciones y la devastación que ha causado… de reconstruir lo que buscó destruir«. «La Unión Europea os apoya: y continuaremos trabajando con la gente de Ucrania por un futuro de resiliencia, democracia y paz», ha apostillado.
El viaje a Italia también le ha servido a Zelenski para intensificar sus vínculos con la Santa Sede y en particular con el papa León XIV, quien ofreció al mandatario ucraniano los buenos oficios de la Iglesia católica para intentar lograr un acuerdo de alto el fuego. «Estas conferencias demuestran el poder de la cooperación» para «restaurar la esperanza», precisamente en un momento en que Rusia intensifica sus bombardeos contra objetivos civiles, aprovechando que la atención mediática está centrada en el conflicto de Oriente Próximo entre Irán e Israel.
Cifras disparadas
De hecho, según datos proporcionados por la ONU, la cifra de muertos y heridos civiles en el mes de junio se ha disparado, alcanzando los 232 fallecidos y 1.343 heridos. «Los civiles en toda Ucrania se enfrentan a un nivel de sufrimiento que no habíamos visto en más de tres años», ha denunciado a viva voz la jefa de la Misión de la ONU de Monitoreo de los Derechos Humanos en Ucrania, Danielle Bell. La cifra es incluso superior a la registrada en abril de 2022, al inicio del conflicto.
El presidente Zelenski ha reiterado que las actuaciones del Ejército ruso desde el inicio de año demuestran que Putin carece de voluntad negociadora. «Putin planea seguir luchando y no busca una salida al conflicto», ha denunciado el mandatario ucraniano. La ONU calcula que, en tres años de conflicto, han perdido la vida al menos 13.500 civiles ucranianos, aunque no descarta que la cifra sea mucho mayor, habida cuenta de que carece, por ejemplo, de cifras fiables de fallecidos en Mariúpol, una ciudad que estuvo bajo asedio durante meses.