Se terminó el Mundial de Clubes para el Real Madrid y con ello la primera competición oficial con Xabi Alonso al frente del equipo. La goleada del Paris Saint-Germain culminó de la peor forma posible un torneo que fue de menos a más para los blancos y que empezó a servir como banco de pruebas para el nuevo técnico.
El Mundial de Clubes arroja luces y sombras en este nuevo camino que está empezando a labrar Xabi Alonso. Aspectos que ilusionan al madridismo de cara a un futuro cercano, y otras facturas que, sin embargo, ponen la lupa en un club con tanta presión obligado siempre a ganar.
Ahora el conjunto blanco tendrá unas semanas para descansar tras una temporada inusualmente larga. Un tiempo de desconexión necesario para unos futbolistas al borde del colapso por la exigencia física a la que lleva el calendario.
Xabi Alonso habla con Aurelien Tchouameni durante el partido frente al Al Hilal
Quien seguro que no desconectará será Xabi Alonso. Su cerebro seguirá barruntando herramientas y soluciones para que su equipo llegue en un punto óptimo al debut en La Liga ante Osasuna. Un estreno que, por cierto, no está del todo claro cuándo se producirá pese a que ya hay calendario oficial.
Este Mundial de Clubes ha sido tan sólo un aperitivo forzado para Alonso. Un caramelo envenenado con el que se encontró sin tiempo alguno para imprimir su sello. Dentro de unas semanas es cuando realmente se podrán empezar a sacar conclusiones fieles de su nuevo trabajo.
Por el buen camino
Pese a la triste despedida, el Mundial de Clubes deja varias lecturas positivas para el Real Madrid. Tanto a nivel individual como en el plano colectivo, los blancos tienen motivos para la esperanza de cara a la temporada que viene.
La gran sensación del equipo se llama sin lugar a dudas Dean Huijsen. Parece que el joven central lleva toda la vida vistiendo de blanco porque en un tiempo récord se ha convertido en la referencia de la defensa del equipo.
Dean Huijsen remata a puerta en el partido ante el Al Hilal.
EFE
Solvente cuando tiene que ir al duelo y siempre bien posicionado, la mayor virtud la demostró a la hora de sacar el balón jugado desde atrás. Con una clase y un criterio fuera de lo normal, dio mucho oxígeno al inicio del juego y su ausencia se notó en el partido ante el Paris Saint-Germain.
Con apenas 20 años, el Real Madrid ha encontrado un central para rato y con la capacidad de crecimiento que todavía tiene por delante puede marcar una época en la zaga blanca.
Otro de los que ilusiona también es Arda Güler. En varios partidos de este Mundial de Clubes formó dupla en el centro del campo con Fede Valverde y sus actuaciones fueron sobresalientes. Por momentos se convirtió en la cabeza pensante de Xabi Alonso en la sala de máquinas.
Dio dinamismo al juego del Real Madrid y con su movilidad también se permitió llegar al área contraria. Queda la duda, eso sí, de ver cómo rendiría ese centro del campo en partidos de máxima exigencia.
Xabi Alonso ha demostrado además ser capaz de imprimir su sello en poco tiempo al equipo. Incluso se ha atrevido a probar nuevos sistemas de juego con la defensa de cinco, y casi siempre sus experimentos dieron buen resultado salvando el último partido ante el PSG, donde no hubo reacción posible.
Parece claro que con más tiempo de trabajo en el inicio de la nueva temporada se van a plasmar nuevas e interesantes ideas en el conjunto blanco.
Asencio, el gran señalado
En el debe aparece claramente la figura de Raúl Asencio. El central que irrumpió con fuerza y maravilló la pasada temporada por las urgencias en la zaga blanca, se ha encontrado con un torneo que puede dilapidar sus opciones de tener minutos el próximo curso.
Asencio sale retratado en tres fotos en este Mundial de Clubes, y ninguna de ellas es buena. Tres errores garrafales que le dejan en entredicho y que, unido a la llegada brillante de Huijsen, le complican las puertas de la titularidad.
Raúl Asencio, tras ser expulsado en el Mundial de Clubes
EFE
La primera gran pifia de Asencio llegó en el debut ante el Al Hilal. Con el Real Madrid mandando en el marcador en un partido gris, el central agarró inocentemente a un rival dentro del área y la acción terminó en penalti. Un lance innecesario que le costó caro a los blancos en el debut de Xabi Alonso.
En la segunda jornada ante Pachuca el error fue todavía mayor. Asencio fue expulsado en el minuto 7 con una roja directa por una falta siendo el último hombre. El joven central dejó a su equipo con uno menos para todo el partido, aunque el Real Madrid supo solventar la situación.
El debacle de la semifinal empezó con otro error suyo. Asencio se relajó en el área, quiso controlar un balón en una zona crítica y cuando se quiso dar cuenta tenía a Dembélé encima. Todo terminó en gol a los seis minutos y el resto ya es historia.
Se abren así las dudas en la defensa mientras sigue planeando la opción de que Carreras desembarque en el Real Madrid, o la posibilidad de que se pueda dar algún refuerzo más en la zaga.
Vinicius tampoco se salva de la quema. El brasileño pasó prácticamente inadvertido en el torneo. Marcó y anotó en el partido ante el Salzburgo, es cierto, pero más allá de eso su participación fue prácticamente testimonial.
En el partido ante el PSG fue sustituido en el minuto 65, un reflejo de que está muy lejos todavía de ser ese jugador diferencial de meses atrás.