El Banco de España ha decidido cumplir con la hoja de ruta marcada hace un año y ha iniciado el trámite para exigir a las entidades financieras que dupliquen el llamado ‘colchón de capital anticíclico’, desde el 0,5% (de capital adicional) vigente actualmente, hasta el 1% a partir del mes de octubre de 2025, aunque no será exigible hasta un año después.
Así, según ha anunciado el propio organismo que gobierna José Luis Escrivá, se cumple con la hoja descrita por su antecesor, Pablo Hernández de Cos, cuando decidió en mayo de 2024 activar por primera vez este colchón anticrisis, para disgusto de las entidades financieras, y hacerlo de manera gradual, en dos fases, y a lo largo de dos años.
Según los cálculos de entonces, dotar un nuevo colchón del 1% supone una exigencia adicional de capital para las entidades financieras de 7.500 millones de euros. Entonces se decidió activar una primera fase, de 0,5 puntos (3.750 millones) a partir del 1 de octubre de 2024, que será exigible el 1 octubre de 2025. Ahora, el Banco de España inicia el trámite de información pública para activar el segundo tramo de 0,5 puntos en octubre de 2025, aunque no será exigible hasta un año después, en octubre de 2026.
Desde el punto de vista de las entidades financieras, una medida como la activación del colchón de capital anticíclico puede tener una traducción automática en forma de menor capacidad de las entidades para dar crédito en el momento actual (a cambio de poder seguir dándolo en momentos dificultades de futuro).
Escenario no agravado de incertidumbre
La hoja de ruta diseñada por Hernández de Cos partía, en mayo de 2024, de un escenario «intermedio» de riesgos sistémicos que pudieran afectar a la solvencia de las entidades financieras. La decisión de Escrivá parte de que «el análisis de estos riesgos por parte del Banco de España indica que se mantiene la situación de riesgos sistémicos cíclicos en nivel intermedio, a pesar del aumento de la incertidumbre por el entorno geopolítico y macrofinanciero internacional».
Por tanto, el organismo sigue con la hoja de ruta descrita. Y eso, a pesar de que el Banco de España ha comenzado a analizar -por recomendación europea- si debe imponer «límites» en la concesión de préstamos para pinchar posibles burbujas antes de que estas produzcan. La razón de fondo de que haya comenzado a valorar la implementación de estas medidas es que «existe un consenso internacional creciente sobre la necesidad de tener activados unos límites macroprudenciales estructurales sobre las condiciones de concesión de préstamos hipotecarios», según apuntó el organismo en la edición de primavera de su bianual informe de estabilidad financiera. De hecho, solo tres países de los 21 que conforman la Unión Bancaria de la UE (España, Alemania e Italia) no tienen activadas este tipo de medidas.
Herramienta macroprudencial
Tal como lo define el Banco de España, el colchón de capital anticíclico es un instrumento macroprudencial diseñado para reforzar la solvencia del sistema bancario mediante la acumulación de capital en fases de bonanza económica —que es cuando se suele producir la generación de riesgos sistémicos—, para poder ser utilizado posteriormente cuando se materialicen riesgos que puedan afectar a la estabilidad financiera.
Es una herramienta diseñada por el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea en 2010, disponible desde 2016, que no había sido activada hasta ahora en España, pero sí lo había sido en otros 13 países europeos (entre ellos, Alemania, Francia, Holanda, Bélgica, Irlanda, Chipre, Luxemburgo, Lituania, Eslovaquia, Eslovenia, Hungría, Estonia y Bulgaria), entre los que no se encuentran, por ejemplo, ni Portugal ni Italia.
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