La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, era una de las encargadas de cerrar el XXI Congreso Nacional del PP celebrado este fin de semana en Ifema, Madrid. Una ocasión que la lideresa aprovechaba para hacer gala de sus frecuentes ataques y acusaciones al Gobierno de Pedro Sánchez con una evidente indiferencia de lo que acumula ella a sus espaldas.
Un discurso que ya apuntaba maneras desde las primeras palabras entonadas por la presidenta madrileña. “Señor Sánchez, comunismo eres tú”, comenzaba. Tras ello, Ayuso no dudaba en hacer un breve repaso a comentarios hechos por el presidente del Gobierno y a una cascada de indirectas dirigidas al Ejecutivo central. En este sentido, cargaba contra los políticos que “tienen a las familias colocadas en empresas públicas y privadas” y contra el “sanchismocomunismo”. Con este telón de fondo, especial atención recibió la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, quien recibió uno de los dardos de la baronesa popular. Ayuso se dirigió a la también ministra de Trabajo para recriminarle que vive “en un casoplón de 400 metros que pagamos entre todos”, un comentario que también hacía extensible al resto del Ejecutivo señalando que “viven como auténticos ‘marajás’, pero impiden que el pueblo avance”.
Sin embargo, la presidenta regional espetaba estas palabras mientras que ella vive junto con su pareja, Alberto González Amador, en un sexto piso comunicado con el ático superior. Una vivienda que reúne diez habitaciones, seis baños, dos despachos, dos cocinas, cuatro vestíbulos, dos salones y una terraza. Todo ello, según avanzó elDiario.es, fue adquirido por un valor de 1,8 millones de euros según se desprende del Registro de la Propiedad. Por su parte, González Amador figura como propietario de la vivienda ubicada en el sexto piso, que fue adquirido por 850.000 euros y para el que dio 350.000 euros de entrada, una cantidad que coincide con la que confesó haber defraudado a Hacienda antes de efectuar esta compra. El ático, por otra parte, es propiedad de Babia Capital S.L., y fue adquirido por 950.000 euros, y la pareja abona 5.000 euros al mes de alquiler a Javier Gómez Fidalgo, administrador de la citada empresa de compraventa de inmuebles y fiscalista que representó a González Amador en su inspección de Hacienda y que fue imputado, por haber ayudado, presuntamente, a su fraude fiscal.
Por lo que respecta a la presidenta madrileña, esta llegó a reírse al escuchar las palabras «ático de lujo» cuando fueran pronunciadas por un periodista de este medio en rueda de prensa. «¿Podría aclarar si el piso en el que vive está unido con el ático de lujo de la planta superior? ¿Y cómo explica esa unión si el Ayuntamiento la prohibió?», fue la cuestión planteada. «Hay que morirse de la risa con ustedes», dijo, al referirse al inmueble como «de lujo». Además del precio de estas viviendas, que ya han sido desvelados en líneas anteriores, cabe destacar su contenido.
Según los documentos a los que pudo acceder ElPlural.com, en la residencia de la sexta planta de 184 metros cuadrados, que es propiedad de González Amador, la pareja dispone de vestíbulo, distribuidor, comedor-sala de estar, despacho, cocina, dormitorio de servicio, vestíbulo de servicio, cuatro dormitorios y tres baños. Por su parte, en el ático, con 158 metros cuadrados, disponen de vestíbulo, vestíbulo de servicio, cocina, sala de estar-comedor, despacho, dormitorio de servicio, tres baños, cuatro dormitorios y una terraza.
Con ello, sumando las prestaciones de ambas viviendas, unidas tras realizar una macrorreforma, queda un inmueble de un gran lujo y tamaño. Así, se trata de diez habitaciones, seis baños, dos despachos, dos cocinas, cuatro vestíbulos, dos salones y una terraza, con ambas viviendas unidas por unas obras que fueron desaprobadas por el Ayuntamiento de Madrid. Estándares de vida que no están al alcance de cualquier persona en España.
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