Si sigues, aunque sea por encima, la prensa del corazón, es imposible que no sepas a estas alturas que Sheila Casas y Álvaro Muñoz Escassi han decidido poner punto final a su relación. Ambos han anunciado de forma conjunta que siguen caminos separados tras una etapa que definen como bonita y significativa de menos de un año.
Lo cierto es que ha sido la ruptura sorpresa más sonada del principio del verano. Sobre todo, porque a la salida de Supervivientes muchos hablaban de boda entre Sheila Casas y Álvaro Muñoz Escassi y porque el propio Escassi habló en los platós de su amor por la hermana de Mario Casas. Hasta Lara Dibildos, exmujer de Escassi, reconoció que «Álvaro ya no tontea porque está muy enamorado».
Sin embargo, los rumores de infidelidad del jinete hacia la colaboradora de televisión planean sobre el ambiente con el argumento de que la trayectoria de Escassi le precede. Sin embargo, ha sido la propia Sheila la que ha saildo al paso para defender que «no ha habido terceras personas» y que la relación «no ha terminado por una infidelidad», apunta, pero sin explicar los motivos reales.
Storie de Sheila Casas / Instagram
Además, asegura que ambos «nos tenemos un profundo cariño y respeto».
Las reflexiones de Álvaro
Álvaro ha añadido más reflexiones a la ruptura sin entrar en el fondo del asunto. Asegura que «el tiempo lo cura todo» y que «hay amores que se olvidan y otros que duran para toda la vida». Lo que no aclara es qué lugar ocupa Sheila Casas en esa clasificación. Parece, no obstante, que la coloca en el segundo grupo si se tiene en cuenta que considera que “hay personas que tenían que pasar un momento y enseñarte algo para después seguir cada uno su camino”, continuaba expresando.
Su historia comenzó a mediados de 2024, cuando coincidieron como colaboradores en el programa ‘Tardear’. La química entre ambos fue evidente desde el primer momento, y en pocos meses su relación trascendió más allá de lo profesional.
A pesar de no hablar abiertamente de su romance en plató, sí compartieron muestras públicas de afecto, como el tatuaje que él se hizo en su honor o las palabras que se dedicaron durante su participación en ‘Supervivientes’.