Con vistas al mar Mediterráneo, la cafetería al Baqa, en el norte de la ciudad de Gaza, era un lugar popular entre periodistas, activistas y artistas. Allí, la conexión a internet era mejor que en otros puntos del enclave. Por ello, los profesionales de la información se reunían allí para subir sus archivos y compartir con el mundo el sufrimiento de su pueblo. Sus amplios ventanales dejaban pasar la suave brisa marina en su interior, haciéndolo también un sitio agradable para las familias. Este lunes, un grupo de niños celebraban un cumpleaños. Sin embargo, también este lunes el Ejército israelí bombardeó la cafetería al Baqa, matando a 39 palestinos. En total, durante el lunes, casi un centenar de palestinos murieron por ataques israelíes en la Franja de Gaza, y, desde esta madrugada, otras 24 personas han perdido la vida.
Entre las víctimas mortales, se encuentran periodistas, fotógrafos y artistas, aparte de mujeres y niños. El periodista Ismail Abu Hatab, herido en octubre de 2023 por el ataque de un dron contra un grupo de periodistas, no ha sobrevivido al bombardeo. Hace solo unas semanas, compartía en sus redes sociales un vídeo a través de los ventanales de la cafetería al Baqa para denunciar un ataque contra la costa de Gaza.
También el activista-periodista Omar Zaino, la boxeadora Malak Mesleh y la artista visual Frans Amina al Salmi han muerto en el ataque. Tan solo hace unos días, Al Salmi compartió su último dibujo de una joven ensangrentada envuelta por un sudario. El parecido con la imagen de su muerte es escalofriante. Entre los 50 heridos, está la destacada periodista Bayan Abu Sultan. Una foto suya con sangre en el rostro tras el ataque se ha difundido ampliamente en redes sociales.
«Cuerpos volando»
«Nos encontramos a la gente destrozada», ha dicho Yahya Sharif, un testigo del ataque, a Al Jazeera. «Este lugar no tenía ninguna afiliación política ni militar; estaba lleno de gente, incluidos niños que asistían a una fiesta de cumpleaños«, ha lamentado, a la vez que ha señalado que aviones de combate israelíes llevaron a cabo el bombardeo. «Siempre hay mucha gente en ese lugar, que ofrece bebidas, espacios para familias y acceso a internet«, ha afirmado Ahmad al Nayrab, de 26 años, que caminaba por la playa cercana cuando escuchó una fuerte explosión, al mismo medio qatarí. «Fue una masacre. Vi restos de cuerpos volando por todas partes, cuerpos destrozados y quemados. Fue una escena escalofriante. Todos gritaban», ha relatado este joven.
El ataque, que se realizó sin ninguna advertencia previa, ha destruido la cafetería, dejando un enorme cráter en el suelo. La zona, situada en la playa de la ciudad de Gaza, sirve de refugio a las personas desplazadas al ofrecer cierto alivio del calor asfixiante de las tiendas de campaña. Las imágenes compartidas por testigos y periodistas gazatíes —las autoridades israelíes prohíben la entrada de prensa extranjera al enclave— muestran manchas de sangre y pedazos de cuerpo y carne por el suelo.
Hospital, punto de ayuda y escuelas atacadas
Antes del ataque, el portavoz en árabe del Ejército israelí, Avichay Adraee, publicó en X una orden para que los palestinos evacuaran la ciudad de Gaza, aunque no parecían incluir la zona costera donde se encontraba la cafetería. Adraee afirmó que las tropas están operando «con extrema fuerza en estas áreas», y que las operaciones «se intensificarán y extenderán hacia el oeste, hacia el centro de la ciudad, para destruir las capacidades de las organizaciones terroristas». Aparte de este bombardeo, durante el lunes, el Ejército israelí también atacó escuelas que albergaban a personas desplazadas, un punto de distribución de ayuda humanitaria y un hospital. Las tropas avisaron del ataque contra la escuela Yafa en la ciudad de Gaza cinco minutos antes.
En cambio, no hubo advertencias previas al bombardeo del patio del hospital al Aqsa, en Deir el Balah. Allí se concentran docenas de personas desplazadas en tiendas de campaña. Algunas de ellas resultaron dañadas por la brutal explosión. En el sur de Gaza, un ataque aéreo israelí mató al menos a 15 palestinos que esperaban alimentos en los centros de distribución de ayuda administrados por la controvertida Fundación Humanitaria de Gaza (FHG), apoyada por Estados Unidos e Israel, en Jan Yunis. Una cincuentena de personas resultaron heridas, según fuentes del complejo médico Nasser, el más cercano al lugar del ataque. Desde que FHG se hizo cargo de las entregas de ayuda en Gaza a finales de mayo, casi 600 palestinos han perdido la vida en sus inmediaciones.
Por su parte, el jefe del Estado Mayor del Ejército israelí, el teniente general Eyal Zamir, ha aconsejado a los ministros del gabinete no ordenar a sus tropas que amplíen sus operaciones en el enclave palestino, por temor a que hacerlo pueda poner en peligro significativo las vidas de los rehenes que aún se encuentran retenidos allí. «Hay graves abusos contra los rehenes y su situación es grave», dijo Zamir el domingo por la noche, según informan varios medios hebreos. El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, presumió de las «nuevas oportunidades» que había abierto la guerra con Irán. El próximo lunes tiene previsto reunirse con el presidente estadounidense Donald Trump en la Casa Blanca.
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