Conde-Pumpido, el precio de la amnistía

El frenesí informativo es tan intenso que hay días que producen una malsana sensación de agobio. Si esto nos pasa a quienes nos dedicamos a contarle a la gente lo que le pasa a la gente, ¿qué no le sucederá a usted, destinatario de mensajes que cada vez más percibe ajenos a sus problemas reales?

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