El político del pijama a rayas

El juez ha mandado a Santos Cerdán a dormir entre rejas con pijama a rayas. El hombre que sabía demasiado y cobraba en proporción a su sabiduría mercantil, ya está en la cárcel. Era de esperar la decisión del magistrado: quien aparecía en las páginas amarillas en la lista de fontaneros con licencia para romper el fregadero, disponía por tanto de herramientas suficientes para procurar la destrucción de pruebas. En España, cuando se investiga a un político lo más difícil no es encontrar el delito, sino rescatar el disco duro antes de que algún sicario destroce el ordenador a martillazos.

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