Durante una semana, líderes mundiales y portavoces de las mayores organizaciones sociales de todo el planeta tienen en Sevilla una cita obligada. La IV Conferencia Internacional para la Financiación al Desarrollo de la ONU, que inaugurará Pedro Sánchez y Antonio Guterres, secretario general de Naciones Unidas, tiene un protagonista ausente: Donald Trump.
El presidente de los Estados Unidos hace dos semanas que retiró a todo su equipo de las negociaciones del llamado Compromiso de Sevilla, la declaración que se aprueba en esta jornada inaugural que marca la hoja de ruta en materia de ayudas al desarrollo y fiscalidad para los países que sufren pobreza extrema, casi todos en el Sur global.
Hasta el regreso de Trump a la Casa Blanca, la administración estadounidense era el mayor donante en materia al desarrollo y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), uno de los proyectos estrella de la corta etapa de Elon Musk en el Gobierno. Por eso, aunque no esté ni tampoco nadie de su gobierno, la onda expansiva de sus decisiones estará presente en los debates que se inicien desde este lunes en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla. ¿Cómo podrá asumir la arquitectura financiera mundial la falta de ayuda de Estados Unidos?, ¿cómo se actviará el sector privados para aportar fondos?, ¿qué papel tienen los bancos de dearrollo de cada zona?
En su discuro, el rey Felipe, que presidió la cena de gala, junto a la reina Letizia en los Reales Alcázares, pidió, parafraseando a Antonio Machado, en su tierra, no dejar el tiempo pasar: «Hoy es siempre todavía«. «Los ojos de millones de personas están puestos en esta Conferencia, porque sus esperanzas y necesidades merecen resultados, y ciertamente no merecen fracaso ni decepción».
Frente a la figura de Trump, la del hachazo en las ayudas a países históricamente esquilmados por las grandes empresas estadounidenses (la extracción de minerales en África, por ejemplo, sólo es una de las múltiples vertientes de negocio), los países en desarrollo del hemisferio Sur quieren esperanza, por eso escuchan con entusiamo los discursos de Pedro Sánchez. Desde la Cumbre de la OTAN, a cuenta del porcentaje destinado a defensa, el secretario general del PSOE ha escenificado la apuesta de España por la necesidad de un enfoque más social en las políticas no sólo de nuestro país, sino de todo el mundo.
Así se ha podido comprobar en la inauguración del foro Global Citizen Now, donde el presidente del Gobierno ha desplegado una batería de mensajes que resonarán, en múltiples idiomas y acentos, hasta el próximo jueves 3 de julio en Sevilla.
«Hay que lanzar un mensaje de esperanza, un mensaje de que podemos terminar con la pobreza y contener la emergencia climática«, ha manisfestado ante el auditorio de Caixaforum Sevilla, donde casi 300 personas, muchos socios de Global Citizen y también responsables de empresas y bancos para el desarrollo, han acogido estas palabras con entusiasmo. Esta cita en la capital andaluza, además, es la oportunidad para que el Gobierno haga valer su perfil internacional más social con un gran despliegue de actos durante la agenda oficial y paralela de esta Conferencia en una semana que arranca con la declaración en el Supremo del ex secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, investigado por la UCO por supuestos amaños y mordidas en contratos públicos.
En su breve intervención, de apenas siete minutos, Sánchez ha criticado el nuevo pacto de los países del G7 que exime a las multinacionales de EEUU del impuesto del 15%, una decisión que torpedea el acuerdo global fiscal alcanzado por Biden con 140 países en 2021, un acuerdo del que ha dicho «no es una buena noticia».
«En estos tiempos de profunda incertidumbre y creciente tensión geopolítica, debemos reafirmar nuestro compromiso con el multilateralismo, la cooperación y la responsabilidad compartida”, ha subrayado. «El desarrollo sostenible está en riesgo, la financiación es clave y en los últimos años ha habido recortes drásticos«, ha resumido el presidente del Gobierno. En ningún momento ha nombrado a Donald Trump, pero no hacía falta más subrayados.
El presidente del Gobierno ha desgranado algunos de los objetivos de la Conferencia de Sevilla: poner a los países al mando de sus estrategias de financiación; aliviar la deuda de los países en desarrollo o la alianza por las cláusulas de suspensión de deuda ante catástrofes; crear un sistema fiscal más justo, en el que las grandes fortunas y empresas contribuyan más; y conseguir que las mujeres tengan mejor acceso a la financiación para fortalecer su papel en el desarrollo sostenible.
Minutos antes, Hugh Evans, CEO y cofundador de Global Citizen, ha subrayado la excepcionalidad de España, que en un momento en el que la mayoría de países están recortando en financiación al desarrollo, «se mantiene en la senda de crecimiento» en esta partida.
«Esta Conferencia no es una reunión sin más, es el momento de la verdad»
Pedro Sánchez ha reiterado además el compromiso español con el objetivo de destinar el 0,7% del PIB a ayuda al desarrollo, y ha hecho un llamamiento al resto de países para alcanzarlo también. “Esta Conferencia no es una reunión más, es el momento de la verdad”, ha concluido el presidente del Gobierno. “Una oportunidad para decirle al mundo que no nos rendiremos y que tampoco claudicaremos. Que seguiremos trabajando y luchando por un mundo mejor”.
También ha sido éste el foro donde hacer un alegato a favor del multilateralismo y ha insistido en el blindaje del gasto social, también en el caso de aquellos países que arrastran una deuda que les hace inviable el desarrollo de sus políticas en materia de educación, sanidad, erradicación de la pobreza o igualdad. «Dos de cada cinco personas en el mundo habitan países que destinan más fondos en financiar la deuda que en el gasto social. Ante este presente tan difícil, debemos actuar con coraje, hay que empezar desde hoy, con más y mejores recursos». Para este objetivo, Sánchez ha pedido «activar al sector privado por la vía de la movilización de fondos«.