La Unidad de Policía de Barrio consolida la presencia policial en Castellón con más de 30 reuniones vecinales y cerca de 700 vigilancias en los primeros seis meses de este 2025, desde su creación, en el mes de enero. El concejal de Seguridad y Emergencias, Antonio Ortolá; el de Barrios, Paco Cabañero; y el comisario jefe de la Policía Local, Francisco Javier Catalán; han hecho balance, junto al intendente Antonio Martínez Milián, el inspector de Proximidad y el oficial de Barrios, de los seis primeros meses de funcionamiento de la Unidad de Policía de Barrio.
Durante este primer semestre se han celebrado más de 30 reuniones con representantes vecinales y se han llevado a cabo más de 700 actuaciones de vigilancia en los distintos distritos de la ciudad.
Las prioridades vecinales
Han sido seis meses «de intensa actividad» de una unidad de la Policía Local que ha actuado según las peticiones vecinales de los 32 barrios de la capital, siendo lo más solicitado por los vecinos la gestión de solares privados en mal estado a cuyos propietarios se les requiere su limpieza; los avisos por acumulación de residuos; cuestiones relacionadas con molestias provocadas por animales; vehículos abandonados y colaboración en los accidentes de tráfico. Además, estos agentes también tramitaron 52 denuncias relacionadas con infracciones de circulación en los barrios, según avanzó Mediterráneo.
Ortolá ha destacado especialmente “las charlas dirigidas a personas mayores en barrios como la Galera o San Lorenzo, en las que el policía de barrio explica medidas de prevención básicas para mejorar su seguridad en el día a día. La acogida ha sido excelente y vamos a seguir organizándolas allí donde nos las pidan”. También se han iniciado charlas en centros escolares, especialmente en fechas próximas a las fiestas de la Magdalena, donde se han abordado cuestiones como el uso responsable de la pirotecnia.
Plan de acción contra la ocupación ilegal
Otro de los ámbitos importantes de actuación de la Unidad de Policía de Barrio, es la lucha contra la ocupación ilegal de viviendas. Ortolá ha indicado que “se trata de un problema complejo, en el que estamos trabajando para evitarlo con todos los mecanismos posibles a nuestro alcance”.
La actuación de la Policía de Barrio frente a las ocupaciones se desarrolla en tres líneas principales. La primera es la intervención rápida ante ocupaciones recientes. Gracias a la colaboración directa con vecinos y asociaciones, si se notifica una ocupación en las primeras horas, la Policía Local puede intervenir de inmediato y desalojar a los ocupantes. “Es un sistema que requiere rapidez y coordinación, pero que funciona. En los últimos cuatro meses hemos conseguido evitar cinco ocupaciones ilegales gracias a este mecanismo, y vamos a seguir insistiendo en su importancia”, ha explicado Ortolá.
La segunda línea es la prevención y la concienciación. La Policía de Barrio informa y asesora a los ciudadanos sobre medidas de protección como la instalación de Puertas Anti Okupa (PAO), alarmas, cámaras de seguridad, o el simple hecho de mantenerse alerta y comunicar cualquier movimiento sospechoso en su entorno. Estas acciones permiten anticiparse y disuadir posibles intentos de ocupación.
Los concejales de Seguridad y Barrios, junto al intendente jefe y miembros de la Policía de Barrios, en la presentación del balance del primer semestre del servicio. / Victoria Pitarch
Todas las herramientas legales
Cuando la ocupación ya se ha consolidado, Ortolá ha explicado que “entra en juego la tercera vía: el uso de todas las herramientas legales disponibles para presionar a los ocupantes a abandonar la vivienda”. Desde la coordinación con compañías eléctricas para suspender el suministro en caso de impago, hasta la revisión de contratos, empadronamientos o cualquier vía administrativa que permita actuar. El edil ha señalado que “estas medidas están dando resultados importantes y contribuyen de manera efectiva a combatir la ocupación ilegal en la ciudad”.
Además, se realiza una labor de investigación de la titularidad de las viviendas ocupadas. En muchos casos, se trata de propiedades pertenecientes a empresas, fondos o particulares que no están localizables. En estas situaciones, la Policía de Barrio asume un papel activo de gestión y seguimiento para lograr que se adopten medidas como tapiar, reforzar o recuperar la vivienda. “Es un trabajo más de despacho que de patrulla, pero absolutamente imprescindible para frenar el problema desde la raíz”, ha indicado Ortolá.
16 denuncias por vertederos ilegales
Además, la Policía Local está actuando con firmeza en la retirada de residuos y la eliminación de vertederos ilegales. En lo que va de año, se han abierto 16 expedientes por vertidos en distintos puntos de la ciudad, en coordinación con el área de Servicios Públicos y dentro del Plan de Limpieza municipal. Las sanciones por estas infracciones pueden variar entre 2.000 y 100.000 euros, tramitándose gracias a la colaboración con la unidad UPROMA, especializada en medio ambiente.
Y, en estrecha colaboración con otras áreas municipales, está desarrollando un trabajo exhaustivo en ámbitos clave para la convivencia y la seguridad en los barrios. Uno de los focos principales es el control y seguimiento de solares abandonados y las quemas ilegales de rastrojos.
Asimismo, la Policía de Barrio gestiona con rapidez y cercanía otras cuestiones frecuentes, como la tramitación de denuncias por tráfico, informes sobre tenencia irregular de animales («con los cerdos vietnamitas a la cabeza de los ejemplares incautados, en diferentes zonas de la ciudad, activando la captura y el protocolo, que se deriva a la Generalitat», en palabras de Ortolá), así como la retirada de vehículos abandonados o el acompañamiento o derivación a Servicios Sociales de personas en situación de vulnerabilidad.
«Una Policía Local más cercana»
El concejal de Barrios, Paco Cabañero, ha destacado que “esta es una policía más próxima, accesible y comprometida con las realidades del día a día de nuestros barrios”.
El edil ha destacado que “los resultados están siendo muy buenos ya que se trata de agentes que no solo patrullan, sino que escuchan, previenen y colaboran estrechamente con vecinos, asociaciones y comercios en la resolución de conflictos que pueden surgir en la convivencia cotidiana. Con esta unidad reforzamos la seguridad, la cohesión y la cercanía entre ciudadanía y fuerzas de seguridad”.
Cabañero ha agradecido “el compromiso de los agentes implicados y la colaboración vecinal, que está siendo clave para el buen funcionamiento de esta unidad. Se trata de un modelo de éxito que refuerza el objetivo común de avanzar hacia una ciudad más segura, cohesionada y participativa”.
Por su parte, el concejal de Seguridad y Emergencias ha indicado que “este proyecto fue un compromiso electoral de los dos partidos que conforman el equipo de gobierno” y ha destacado que “no solo se está cumpliendo, sino que está obteniendo resultados extraordinarios”. “Por fin, los vecinos tienen una figura cercana, reconocible, a la que pueden acudir directamente. Y eso nos ha permitido canalizar de forma mucho más eficaz sus necesidades en materia de seguridad y de prevención”.
En los 32 barrios de Castelló
Cabe recordar que esta unidad, integrada en la sección de Proximidad de la Policía Local (Proxpol), está formada por un oficial y tres agentes que atienden de forma exclusiva y directa las necesidades de los 32 barrios de Castellón. El contacto con los vecinos se realiza de forma periódica a través de las asociaciones vecinales, que trasladan las principales inquietudes al Oficial de referencia. A partir de ahí, los agentes derivan cada caso a la unidad municipal competente, garantizando un seguimiento ágil y coordinado.
Es fundamental destacar que esta unidad no está pensada para gestionar emergencias. En caso de necesitar una respuesta rápida y urgente, lo más eficaz sigue siendo llamar a los teléfonos habilitados para ello: el 092 de la Policía Local o el 091 de la Policía Nacional. La Policía de Barrio actúa como canal estable de interlocución vecinal, pero no sustituye en ningún caso a los servicios de atención inmediata.