El sector de la construcción se enfrenta a un triple desafío en Canarias. Las empresas no encuentran la mano de obra suficiente para dotar a sus plantillas. Los niveles de absentismo no paran de crecer, lo que hace difícil que se pueda llegar a todos los compromisos adquiridos. Y la excesiva burocracia se convierte en un monstruo que no solo traga tiempo, sino que también dilata hasta el infinito muchos proyectos. Problemas a los que los empresarios quieren responder con más colaboración privada. Una colaboración que pueda darles más músculo para enfrentarse a estos y otros retos que tienen por delante.
Así lo pusieron este jueves 26 de junio sobre la mesa los representantes de las empresas que participaron en el foro Construcción, conectando oficios e impulsando soluciones, organizado por Prensa Ibérica, empresa editora de EL DÍA, y la Federación Provincial de Entidades de la Construcción de Santa Cruz de Tenerife (Fepeco). El presidente de la patronal de la construcción tinerfeña, Óscar Izquierdo, cargó duramente en su intervención contra la lentitud administrativa, que convierte a las instituciones «en organizaciones fallidas que nos impiden trabajar con la velocidad que nosotros como empresarios necesitamos». Mientras los expedientes se acumulan en los cajones de los ayuntamientos, las empresas esperan, pero también los ciudadanos y puso como ejemplo la construcción de vivienda, una demanda importante para la sociedad, que se ha convertido en el principal problema para los canarios. En este sentido, aseguró que el sector está muy esperanzado tras la aprobación del decreto ley de simplificación administrativa, pero solicitó al Gobierno de Canarias una nueva ley de la función pública canaria, ya que la actual es de 1987. Una normativa que, bajo su punto de vista, debe incorporar la productividad de los funcionarios para ser verdaderamente eficiente.
La CEO de Cercasa, Olga Sanfiel, insistió en que la construcción está cada vez más industrializada, algo que agiliza muchos los procesos. Sin embargo, recalcó que esto «no nos vale de nada» si no somos capaces de aligerar en la misma proporción los trámites administrativos. Sanfiel fue una de las participantes en una mesa redonda en la que también intervinieron: Juan Miguel Barrera, director de Mecan; Francisco Llarena, CEO de Llarena Asesores; Nayra García, directora-gerente de Mármoles El Diamante; y Moisés Manrique de Lara, socio-director del Grupo ATER.Genera.
Todos coincidieron en que, de una manera u otra, la maraña burocrática acaba perjudicando a su trabajo. La agilización de las licencias y que se puedan exigir cuentas a los empleados públicos que no desempeñen de manera óptima su trabajo, fueron dos de las demandas que lanzaron los profesionales del sector.
Otro de los grandes problemas que sufren desde hace tiempo las empresas de la construcción en la provincia es la escasez de mano de obra. Aunque suene paradójico en una comunidad autónoma con más de 150.000 personas desempleadas, las empresas no encuentran los perfiles necesarios para trabajar. Y no solo eso, muchas veces tienen grandes dificultades para retener a aquellos trabajadores que han formado de manera directa. La receta para solucionar este problema fue muy variada.
«Está siendo complicadísimo encontrar personal», admitió el socio-director del Grupo ATER.Genera. Una situación que acaba retrasando proyectos y causando importantes quebraderos de cabeza para las empresas. Como una posible solución, Manrique de Lara propuso impulsar la motivación del personal para poder fidelizarlo. «Que sientan que si la empresa crece, ellos pueden crecer con ella», explicó, aplicando incentivos a aquellos trabajadores que tengan más nivel productivo.
Para Francisco Llarena, los empresarios también deben de ser capaces de mirarse el ombligo para detectar por qué muchas veces sus sociedades no son atractivas para los trabajadores. «No hay una política correcta de recursos humanos», valoró, lo que hace muy difícil retener talento. Durante su intervención, expuso que la manera de ver el trabajo ha cambiado con las generaciones y los más jóvenes tienen ahora otras expectativas de vida. «El que marca las condiciones de contratación no es el empresario, sino el mercado y tú tienes que ser atractivo», señaló. Y las claves, bajo su punto de vista, son ofrecer flexibilidad laboral, buena remuneración y seriedad. «Si tú pagas el día 15 cuando te has comprometido a hacerlo entre el 1 y el 5 es muy difícil retener el talento», puntualizó.
Durante el debate, los empresarios también se detuvieron en otro aspecto que está dificultando, y mucho, la actividad: el absentismo. Las bajas laborales no ha dejado de crecer en los últimos años, fruto de muchos factores como la mayor cantidad de trabajadores, el incremento de la edad media y una buena situación económica que hace volar la picarezca de algunos.
«Es un momento delicado», reconoció la directora-gerente de Mármoles El Diamante, que también admitió tener que estar continuamente haciendo previsiones de si podrán contar con ciertos empleados. «A la falta de trabajadores se une esto y acaba afectando a la productividad, pero hay que cumplir con los tiempos y hacemos malabares para que no haya desviación», insistió Nayra García.
El director de Mecan cree que se debe volver a incentivar la cultura del esfuerzo, no solo desde la administración, sino dentro de las propias familias. «No puede ser que la persona que está de baja cobre solo 100 euros menos que el que se levanta cada día y el mensaje que se está lanzando es que da igual trabajar o no, el equilibrio está roto», lamentó Juan Miguel Barrera.
Una vía para mitigar, al menos, el problema del absentismo es potenciar el papel de las mutuas, dotándolas de mayor músculo y que sobre ellas recaiga la gestión de las incapacidades derivadas de accidentes laborales. Así lo consideró Francisco Llarena, quien bromeó con que las agencias de detectives se están ahora poniendo las botas tratando de cazar bajas fraudulentas.
«Si tu no le das al trabajo el valor que tiene la gente se piensa que trabajar no es una necesidad», valoró Olga Sanfiel, una dinámica que para ella tiene buena parte de culpa de la escasez de mano de obra en un territorio con un alto nivel de desempleo crónico. «Vamos a volver al esforzarse cada mañana, que te levantes a trabajar y te compense».
Para luchar contra todas estas dificultades, las empresas del sector apuestan por fortalecer la colaboración privada, como una vía en la que se pueda arrimar todavía más el hombro. Por eso, insistieron en que se debe de dejar atrás la competencia estricta para empezar a pensar de qué manera se puede potenciar la colaboración para incrementar la actividad. Tal y como explicaron, las alianzas les permiten llegar a obras y proyectos que, en solitario, no podrían haber abordado. Además de contratar con mayor especialización y recursos que de forma individualizada. Por lo que esperan que sea una apuesta de futuro para todo el sector en Canarias.