Los microplásticos son partículas de menos de 5 milímetros que están presentes en muchas de nuestras actividades cotidianas, y llegan a nuestro organismo a través de la ingesta de alimentos (agua, sal, marisco, miel, o frutas y verduras), o del contacto dérmico por el uso de cosméticos y artículos de cuidado personal.
Fuente