Rusia quiere reducir su dependencia de aplicaciones extranjeras como WhatsApp o Telegram. Por esa razón, el presidente ruso Vladímir Putin firmó ayer una nueva ley que encomienda la creación de un servicio estatal de mensajería instantánea que quedará bajo control del Kremlin.
Según sus promotores, la nueva plataforma servirá para facilitar las comunicaciones, pero irá más allá para incorporar amplias funciones. Moscú quiere que la app agilice el acceso de los rusos a los servicios gubernamentales, opere como un mecanismo de identificación digital, permita firmar documentos y sirva a las autoridades estatales y municipales como canal con el que informar a los ciudadanos.
«Con esta aplicación, podrás confirmar tu edad al pagar en el supermercado o incluso registrarte en un hotel sin necesidad de presentar documentos», prometió a principios de mes Sergei Boyarsky, presidente del Comité de Política de Información de la Duma Estatal, el parlamento ruso. Los chats que utilizan actualmente las instituciones educativas se integrarán a este servicio nacional.
El portal Meduza señala que la empresa responsable del desarrollo y funcionamiento de esta nueva app podría ser el gigante VK, responsable de la red social homónima que se ha descrito como el Facebook ruso y que fue creada por Pável Dúrov, el fundador de Telegram. El director del Ministerio de Desarrollo Digital, Maksut Shadayev, señaló el pasado 4 de junio que VK ya había creado un servicio de mensajería instantánea totalmente ruso apodado Max.
Control digital
La iniciativa responde al interés del Kremlin por controlar el ecosistema digital. En los últimos años, Rusia ha bloqueado el acceso a más de 100.000 páginas web en un esfuerzo por adueñarse de la información y censurar todo aquello que cuestione la versión oficial. Ese afán se aceleró tras el inicio de la invasión de Ucrania en 2022 con el bloqueo de redes sociales estadounidenses como Facebook e Instagram, llevando a compañías como Meta a dejar de operar en el país.
Moscú optó por no vetar el acceso a WhatsApp, también propiedad de Meta y particularmente popular. Sin embargo, la nueva app pretende ocupar su espacio. Mikhail Klimarev, director de la oenegé Internet Protection Society, señaló a principios de junio que Rusia podría reducir la velocidad de WhatsApp y Telegram para dañar su funcionamiento y animar así a los usuarios a pasarse a la nueva aplicación estatal, informa Reuters.
El nuevo proyecto del Kremlin se asemeja a WeChat, una plataforma china que combina mensajería, buscador, red social, sistema de pagos, comercio en línea e incluso permite pedir cita al médico. Esta app todoterreno, la más popular en China, sirve a Pekín como herramienta de vigilancia y para entrenar sus algoritmos de censura que le garantizan un mejor control de la esfera digital. Moscú podría deslizarse hacia ese modelo cerrado de Internet.
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