La ejecución de las obras hidráulicas en cuencas y barrancos de la Comunitat Valenciana es una de las grandes tareas pendientes del Gobierno central, pero también de la Generalitat. Y así lo refleja la Confederación Hidrográfica del Júcar año tras año en sus memorias de seguimiento del Plan Hidrológico del Júcar.
Un plan quinquenal -de 2022 a 2027– que incluye todo tipo de actuaciones pendientes en la zona: desde encauzamientos, a obras en barrancos y ríos que recorren la autonomía para las que el Ejecutivo dibuja anualmente millones de euros en los Presupuestos que, finalmente, se quedan prácticamente sin ejecutar.
La última memoria publicada, referida al ejercicio 2023 (se publican con dos años de retraso y la última se hizo pública a principios de este año), resume los retrasos que existen en las 16 tipologías de actuaciones que prevé el plan. Y en particular, en las de protección frente a inundaciones.
En estas, la propia CHJ reconoce que para dicho ejercicio debían haberse invertido cerca de un 16% de los fondos previstos para todas las obras, pero apenas se llegó a ejecutar el 2,25%. Es decir, que el grado de ejecución se situó en torno al 14%.
Un porcentaje que, si bien se refiere a periodos previos a la dana, la riada del pasado 29 de octubre en la provincia de Valencia reveló de la importancia de este tipo de obras para proteger a la población frente a inundaciones.
Las «avenidas de aguas»
Entrando al detalle, el Plan Hidrológico del Júcar contempla todo tipo de medidas para frenar el impacto de «avenidas de aguas».
Entre ellas, la más relevante corre a cargo del Ministerio de Transición Ecológica, que reservó 336,9 millones de euros para acometer encauzamientos, diques y motas, si bien no detallaba en qué emplazamientos.
De todo este montante, el informe refleja que apenas se ejecutó el 1,91%. Es decir, que en todo el ejercicio tan solo se ejecutaron 7 millones de euros.
No son, sin embargo, las únicas partidas presupuestarias dirigidas a prevenir inundaciones que se quedaron en las arcas públicas.
Tampoco se ejecutaron otras destinadas a regular cauces mediante la construcción o modificación de presas para defender avenidas. Para ello la inversión prevista era de 71 millones de euros de los cuales apenas se gastó el 0,23%. No llega a 160.000 euros.
Inversión prevista y ejecutada del Plan Hidrológico del Júcar en diciembre de 2023. EE
A pesar de su bajo ritmo de ejecución, son las obras que más avanzadas se encuentran si se comparan con el resto de intervenciones que estaban previstas. El resto ni siquiera han llegado a iniciarse, tal y como refleja el documento publicado por el organismo que preside Miguel Polo.
Es el caso, por ejemplo, de los actuaciones dirigidas a mejorar el drenaje de infraestructuras lineales en la Comunitat Valenciana, como carreteras y líneas de ferrocarril. Para ello se reservó 750.000 euros, pero no han llegado a avanzarse en ningún sentido.
Obras de la Generalitat
Por su parte, también existen pequeños proyectos de encauzamientos y de drenajes en núcleos pequeños y urbanos, en este caso, a cargo de la administración autonómica, que tampoco ha cumplido la planificación prevista.
Entre ellos, existe una decena de obras cuyas inversiones oscilan de los 319.000 euros a los casi 14 millones. Ninguna de ellas se ha iniciado, por lo que el grado de ejecución es cero.
Así, la Generalitat Valenciana consta como que «incumple la programación«. Se da la circunstancia de que el año 2023 hubo elecciones autonómicas en mayo, por lo que la gestión del primer semestre del año corresponde al gobierno de PSPV, Compromís y Podemos que lideraba Ximo Puig.
A partir de julio, la gestión pasó a manos de PP y Vox tras un pacto que permitió investir presidente a Carlos Mazón. En aquel momento, la Conselleria de Agricultura, que era la administración financiadora de las obras en cuestión, la gestionaba el partido de Santiago Abascal.
Así, de las diez intervenciones que corrían a cargo de la Generalitat, un total de siete afectaban a la cuenca de L’Albufera. En particular, a los términos municipales de Alcàsser, Alginet, Almusafes, Benifaió, Beniparrell, Silla y Sollana que suman un montante de en torno a 35 millones de euros.
Sin embargo, en ninguno se ha producido avance alguno que destaque la CHJ en su memoria. De hecho, en todas ellas «el grado de ejecución real» es del 0%, frente al 33% que se preveía que estuviera listo al cierre del ejercicio.
En definitiva, la memoria de la Confederación constata que existe una fuerte inversión prevista, pero la ejecución es mínima o nula en la mayoría de casos, con numerosos proyectos en estado «no iniciado».