Con el 2-0 favorable al Real Madrid en las Finales de la Liga Endesa, la eliminatoria aterriza este miércoles en la Fonteta para la disputa del tercer partido. Un duelo que puede resultar definitivo si los blancos logran imponerse de nuevo o el punto de inflexión que busca un Valencia Basket decidido a alargar su resistencia.
El conjunto ‘taronja’ ofreció su mejor versión en el segundo duelo en el Movistar Arena, donde solo una prórroga y varios polémicos detalles inclinaron la balanza del lado madridista. El Real Madrid, sólido en casa y con una plantilla repleta de recursos, llega a Valencia con la intención de rematar el trabajo. Su rotación, experiencia y poderío físico han sido determinantes hasta ahora.
El primer encuentro fue un ejercicio de superioridad blanca; el segundo, en cambio, mostró las costuras en su juego cuando Valencia compite con ritmo, acierto y rebote. En ese último choque, los de Chus Mateo se vieron más incómodos y tuvieron que recurrir a una actuación estelar de Campazzo (19 puntos y 11 asistencias) para sobrevivir, además de la canasta de Llull para forzar la prórroga. Por parte del equipo taronja, la mejora ha sido evidente.
Récords para la historia
El segundo partido dejó varias marcas históricas. Campazzo firmó 11 asistencias, récord en una final de Liga Endesa. Valencia Basket igualó el récord de triples en un Playoff (18), superando el registro histórico en una final (Barça, 16). Además, los 198 puntos totales entre ambos equipos (102-96) rozaron la mayor anotación conjunta en una final desde 2016.
A base de triples —18 en el segundo duelo— y mayor presencia física, los valencianos demostraron que pueden plantar cara. Su reto ahora es mantener esa intensidad, corregir errores puntuales y canalizar el empuje de una Fonteta llena. Martínez insistió en no mirar más allá del próximo encuentro y en centrarse en lo que pueden controlar: defensa, ritmo y solidez mental. El técnico, además, se ha mostrado optimista con la actitud de sus jugadores, convencido de que pueden ganar si repiten la imagen del domingo. Montero, quien inició la eliminatoria con molestias en la mano y no tuvo impacto en el primer partido, volvió a ser estelar con 23 puntos y 8 asistencias, acompañado de los 16 tantos (con 4 de 5 triples) de Costello.
Enfrente tendrán a un Real Madrid que ha cumplido con la misión de conservar el factor cancha. Además, los blancos han sabido sobrevivir a momentos adversos y cuentan con la experiencia de jugadores como Llull o un Tavares que continúa siendo un muro en la pintura.
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Valencia necesita repetir la fórmula que le funcionó: juego coral, acierto exterior, defender lo máximo posible el rebote y aguantar las posesiones blancas en estático. Si consigue combinar todo eso con la energía del público y un inicio fuerte que marque el tono, tendrá opciones reales de sumar su primer punto en la serie y evitar el 3-0. El margen de error es nulo, pero el precedente de 2017 les da motivos para creer.