En Mogán todo el mundo busca lo mismo: una foto entre flores, un café con vistas y una calle encalada para colgar en Instagram.
Pero bajo esa postal perfecta se esconde una historia milenaria que muy pocos pisan. Mientras turistas y locales pasean por la conocida “Pequeña Venecia” ajenos a todo, el suelo murmura lo que una vez fue un poblado indígena lleno de vida, pesca y rituales.
La divulgadora canaria Elena Marrero, conocida por rescatar la historia del Archipiélago en TikTok, lanza una advertencia con sonrisa: “Sí, hazte la foto, pero recuerda que el suelo que estás pisando es de gran importancia para la historia de Canarias”.
Porque justo al final del barranco de Mogán, donde el agua dulce se encuentra con el mar, se levanta un testimonio de más de 1.300 años de antigüedad que ha pasado desapercibido para muchos.
Mogán no es solo postal
A este lugar se le conoce como La Cañada de Los Gatos, y no, no tiene que ver con felinos. Es un poblado indígena costero que fue creciendo hasta convertirse en uno de los asentamientos más relevantes del suroeste de Gran Canaria.
Aquí vivían, cultivaban, pescaban y enterraban a sus seres queridos los antiguos pobladores de la isla, en un enclave elegido con precisión por su acceso al agua del barranco, tierras fértiles y cercanía al mar.
Según explica Marrero, “esta zona no se eligió al azar. Tenían lo que necesitaban para vivir: agua corriente, buena tierra y peces al alcance de la mano”. Gracias a las excavaciones realizadas por entidades públicas, hoy se sabe que el poblado fue reutilizado durante siglos, incluso después de la llegada de los europeos, manteniéndose activo hasta mediados del siglo XX.
La Casa Aborigen de las 7 Esquinas / Wikiloc
Un yacimiento vivo, no solo para expertos
Contrario a lo que muchos creen, la Cañada de los Gatos no está reservado a expertos o investigadores. Cuenta con un recorrido amplio, paneles explicativos y actividades para escolares y visitantes curiosos. No hace falta saber de arqueología para disfrutar de este Bien de Interés Cultural, lo que hace falta es mirar más allá del color de las paredes.
El espacio incluye casas de piedra originales, enterramientos, cuevas funerarias y construcciones superpuestas de distintas épocas. También está la conocida “Casa de las Siete Esquinas”, y desde su mirador-cafetería se puede ver el puerto turístico mientras uno viaja atrás en el tiempo.
Cómo visitarlo: horarios, precios y talleres
La entrada general cuesta 4 euros y da acceso durante todo un año. Hay descuentos para menores, mayores de 65 y grupos, e incluso entrada gratuita para niños, escolares del municipio y personas con diversidad funcional. El horario en verano es de martes a domingo de 10:00 a 18:00 horas, y en invierno cierra una hora antes.
Para visitas guiadas o talleres, tanto escolares como particulares (a partir de 10 personas), se puede reservar por teléfono o desde la web oficial. El recinto se encuentra en la calle La Puntilla, en Playa de Mogán.
“Muchos vienen solo para hacerse la típica foto, pero aquí hay historia y arqueología que siguen pasando desapercibidas”, insiste Elena Marrero. En un vídeo viral, la tiktoker recorre el sendero arqueológico explicando cómo los antiguos habitantes del lugar organizaron una sociedad compleja, con sus propias casas, cultivos y cementerios. “No es solamente un parque turístico”, concluye.