Orlegi tira de chequera, y de golpe se va a gastar 3,6 millones de euros en fichar para el Sporting a Jonathan Dubasin (1,6 millones de euros) y ahora a César Gelabert (2 millones de euros). Ayer, el grupo empresarial confirmó al Toulouse que activa la cláusula de compra para fichar en propiedad a Gelabert, en un movimiento muy relevante avanzado en exclusiva por LA NUEVA ESPAÑA. Los clubes intercambiaron los documentos y remataron la burocracia para dejar resuelta la operación, que se completó antes de que el club gijonés perdiese su derecho preferente por el mediapunta palentino.
Orlegi, que asumió el pago de la cláusula tras no poder alcanzar un acuerdo con el Toulouse, que rechazó negociar, abonará los 2 millones de euros en tres plazos. El primero será enseguida: deberá desembolsar unos 800.000 euros. Este mismo año, el grupo también debe pagar un millón de euros del montante total de la cláusula de Dubasin. Es decir, el Sporting deberá pagar antes de enero cerca de 1,8 millones de los 3,6 que le cuestan ambos fichajes.
En un momento delicado para el club rojiblanco, después de una campaña vulgar que se suma al ascenso del eterno rival, el Oviedo, con lo que eso supone, la organización realiza su mayor gasto en fichajes desde que en verano de 2022 se hizo con el control del Sporting.
Durante los anteriores años de gobierno en el Sporting, Orlegi no había gastado un euro en fichajes, lo que no quiere decir que no metiese dinero en sus plantillas. Porque sí había destinado músculo financiero a pagar fichas importantes dentro de los márgenes de la categoría –caso por ejemplo de Juan Otero o, antes, con la renovación de Djuka–.
En cualquier caso, la inversión de este verano supone un evidente giro en la política deportiva del grupo en su primer proyecto en Europa. Hasta la fecha, los movimientos eran siempre a la inversa: habían traspasado a Manu García, José Gragera, Pedro Díaz y Varane, pero sin pasar por caja para fichar jugadores. La afición lleva tiempo pidiendo a la propiedad que se rascase el bolsillo para hacer un proyecto ambicioso ajustado al precio de los abonos.
Es, además, el verano en el que menos titulares llamativamente ambiciosos han dejado los directivos del club rojiblanco. Hasta la fecha, el que menos han hablado. De las palabras se pasa a los hechos.
Los fichajes de Dubasin y de Gelabert –solo pendiente de oficializarse, algo que se prevé para el 1 de julio ya que el futbolista tiene hasta entonces contrato con el Toulouse– entran ya en el top-10 de las operaciones más importantes de la historia de una entidad que en unos días cumple 120 años de vida. Ante la escalada de desconfianza en la afición, el grupo mexicano se ha rascado el bolsillo para en cuestión de escasas semanas pagar no una, sino dos cláusulas de rescisión con el objetivo de mantener en su plantilla a los dos jugadores más diferenciales del último curso. La afición había solicitado a la propiedad un esfuerzo para continuar contando con Dubasin y Gelabert. La idea de Orlegi es clara: Dubasin y Gelabert pasan ya a ser patrimonio del Sporting y piezas claves del proyecto deportivo 2025-2025. Ambos firman por tres años, hasta 2028. Y este verano no están en venta.
El club no tiene previsto desprenderse de activos en este mercado, salvo que lleguen ofertas importantes. Consta el interés del Lech Poznan polaco por Gaspar Campos, avanzado por este periódico. Pero en Mareo cuentan con el extremo gijonés, con contrato hasta 2028. Por el momento, la puerta de salida está cerrada para todos los jugadores importantes.
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