Sánchez oculta el acuerdo de alcanzar el 5% en Defensa en 10 años y alega que hasta 2029 sólo gastará el 2,1%

Los 32 países miembros de la OTAN han acordado un texto para la declaración final de la cumbre de esta semana. Es decir, todos los integrantes de la Alianza Atlántica, incluida España, han acordado fijar en el 5% del PIB el gasto de Defensa necesario de cada uno de ellos para 2035 ante la actual situación de inestabilidad mundial.

España, que según los cálculos de la OTAN apenas había gastado el 1,24% de su PIB en 2024, se había convertido en el gran escollo para elevar el gasto en Defensa hasta las cifras que Donald Trump ha solicitado desde su llegada a la Casa Blanca.

La carta de Sánchez

En una carta dirigida al secretario general de la OTAN, el presidente del Gobierno español comunicó el pasado 19 de junio a Mark Rutte que no tenía intención de alcanzar tal cota, pues «es incompatible con nuestro Estado del bienestar y nuestra visión del mundo», tal como argumentaba en su escrito.

«Es una realidad empírica que para España, igual que para otros miembros de la OTAN», agregaba Sánchez en su misiva, «elevar al 5% el gasto resultaría imposible a menos que se eleven los impuestos a las clases medias, se recorten los servicios públicos y los subsidios sociales a sus ciudadanos».

Sánchez pedía entonces una «fórmula más flexible» para España y así ha sido. Al menos, de palabra; pero no de fondo.

Si bien en su comparecencia institucional de este domingo, Sánchez anunciaba que España apenas incrementaría su gasto en Defensa al 2,1% del PIB, el presidente simplemente no comentó en ningún momento que el Gobierno, al igual que los otros 31 aliados de la OTAN, también ha suscrito el acuerdo de alcanzar el 5% en el año 2035.

Así lo confirman fuentes diplomáticas consultadas por Reuters y confirmadas por este diario.

La carta de Rutte

Este domingo, también por carta, Rutte ha contestado a Sánchez, otorgando a España «la flexibilidad para determinar su propia trayectoria soberana para alcanzar los objetivos de capacidad y los recursos anuales necesarios como porcentaje del PIB, así como para presentar sus propios planes anuales», dice el secretario general de la OTAN.

Además, continúa Rutte en la misiva, «la trayectoria y el equilibrio del gasto en virtud de este plan se revisarán en 2029, a la luz del entorno estratégico y de los Objetivos de Capacidad de la OTAN actualizados».

«Entiendo que España está convencida de que puede cumplir los nuevos objetivos de capacidad acordados con una trayectoria de gasto inferior al 5% (3,5% en defensa básica, 1,5% en seguridad relacionada) del PIB», señala Rutte en su carta de este domingo.

Según las fuentes consultadas, el acuerdo entre los 32 embajadores se logró gracias a un leve cambio en el borrador de declaración conjunta.

Se sustituyó el «nosotros nos comprometemos» («we commit») por «los aliados se comprometen» («allies commit»). Eso le bastó a Federico Torres Muro, representante permanente de España ante la Alianza. Y Rutte accedió a enviar su misiva.

Con este marco de «flexibilidad», Rutte logró sacar adelante el texto de la cumbre y superar las objeciones de España, pese a la rudeza de Rutte el pasado abril: «Llegan tarde al 2%, y eso ya no es suficiente para defender Europa», dijo tras reunirse con Donald Trump.

tal y como confirmaba el propio Sánchez en una última misiva: «España aceptará el borrador de declaración distribuido el 22 de junio para la próxima Cumbre de la OTAN, entendiendo que el compromiso de España se refiere al cumplimiento del objetivo de capacidad a tiempo y en su totalidad, independientemente de la proporción del PIB que represente», responde.

El acuerdo

Sin embargo, el compromiso del 5% en 10 años, de momento, se mantiene, con la salvedad ya conocida de que, en 2029, los objetivos de capacidad de cada aliado se revisarán. Hasta entonces, España deberá examinarse cada año enviando sus «planes de inversión» y sus objetivos alcanzados. Pero entonces, dentro de cuatro años, ya no estará Donald Trump en la Casa Blanca

Y es que, pese al ruido de este domingo, la declaración pactada sólo será oficial una vez firmada por los 32 líderes mundiales en La Haya, incluido el presidente estadounidense. En su primer día de vuelta en el despacho oval, ya arremetió contra España, incluyéndola «dentro de los BRICS»; y el pasado viernes exigió el 5% del PIB «a todos, incluida España, que tradicionalmente ha pagado poco».

Trump ha sido muy crítico con España y su aportación a la OTAN, lo fue en su primera etapa y no ha perdido ocasión de recordarlo desde que retomó el mando. «O son muy buenos negociadores o están haciendo las cosas mal», añadió el pasado viernes, antes de señalar que España tendrá que pagar «como todos los demás».

Este extremo lo rechazó de plano Pedro Sánchez, quien en su comparecencia institucional este domingo en Moncloa anunció que España sólo gastará el 2,1% de su PIB en Defensa de aquí a 2029, «ni más ni menos».

Moncloa afirmaba, durante el fin de semana, que «gastar 80.000 millones al año en Defensa» no sólo era imposible, sino una trampa para que EEUU hiciera negocio y la industria europea no se pudiera desarrollar.

Desde el entorno de Presidencia se transmitía tranquilidad pese al malestar que la carta del jueves había generado en Bruselas. «España no va a gastar el 5% de su PIB en defensa, pero su participación, peso y legitimidad en la OTAN siguen intactas, con todos los deberes y con todos los derechos que ello conlleva», ha añadido.

Según Sánchez, aceptar ese gasto implicaría gastar 350.000 millones de más hasta 2035. Y España sólo podría afrontar ese aumento exigiendo 3.000 euros anuales en impuestos a los trabajadores, eliminando las prestaciones por desempleo, enfermedad y maternidad, reduciendo un 40% las pensiones o recortando a la mitad la inversión estatal en educación desde los cero años hasta la universidad.

El acuerdo, defendió en la vacía sala de prensa de Moncloa, es «un éxito» que garantiza también el éxito de la cumbre de la OTAN de esta semana, al tiempo que salvaguarda «la soberanía» de España y es bueno para el país y para la Alianza.

Las críticas

No tan satisfecho se manifestó el líder del PP, Alberto Núñez-Feijóo, quien a través de su cuenta de la red social X, primero criticó a Sánchez por utilizar la política internacional como una «cortina de humo» a los escándalos que azotan al PSOE en las últimas semanas y después le ha acusado de dar una «patada para adelante».

«Propaganda al margen, lo que Sánchez acaba de decir es que va a comprometer el gasto militar para los próximos diez años, sin presupuestos y sin pasar por el Congreso. O sea, ha acordado que España pague, pero cuando él ya no esté. Patada para delante», abundó.

En otra línea de crítica se manifestó Irene Montero, quien aseguró que «más allá del titular, hay un aumento de gasto militar que se pagará con recortes. Y estar en la OTAN sigue siendo un peligro para España porque haremos las guerras que Trump ordena».



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