El Real Madrid se sobrepone a la expulsión de Asencio y logra la primera victoria de Xabi Alonso en el banquillo ante Pachuca

El Real Madrid ‘made in Xabi Alonso’ ha conseguido su primera victoria en el Mundial de Clubes siendo fiel a su esencia, letal en el contraataque. Hay cosas que no cambian y esa es una de ellas. No fue un partido sencillo ante un Pachuca mexicano que estuvo en superioridad numérica desde el minuto siete [Narración y estadísticas de la victoria del Madrid].

A pesar de sufrir la expulsión de Raúl Asencio al comienzo del partido, el conjunto madridista se sobrepuso con dos chispazos que noquearon a un rival que no supo gestionar estar con un jugador más sobre el terreno de juego ante todo un Real Madrid.

Ambos equipos brindaron un partido que nada tiene que ver con el que disputaron hace seis meses en la final de la Copa Intercontinental. El ritmo de partido fue muy lento y las ocasiones escasearon, aunque los de Xabi Alonso supieron jugar mejor sus cartas a pesar de tener todo en contra.

En un partido entre 11 contra 10, la diferencia estuvo en la calidad y el talento del Real Madrid. El conjunto blanco tuvo la precisión y la efectividad para plantarse en campo contrario y en dos chispazos dejar encarrilado el partido con Gonzalo como el héroe en la sombra.

Y es que el delantero del Castilla representa la figura del delantero que no ha tenido el Real Madrid en su plantilla desde la salida de Joselu. Más allá de ser la referencia en ataque, el canterano ofrece un abanico de posibilidades en la zona de ataque.

Una expulsión que cambió el partido

El Real Madrid no pudo empezar de peor forma el partido o al menos eso se presuponía cuando Asencio fue expulsado en el minuto siete. El central volvió a cometer el mismo error que provocó el gol de penalti ante el Al Hilal cuatro días atrás.

Agarró a Salomón Rondón en el borde del área siendo el último hombre cuando el delantero venezolano se plantaba ante Courtois. Cabizbajo, se marchó al vestuario antes de tiempo dejando a su equipo con diez.

No obstante, Xabi Alonso recompuso el equipo con Tchouaméni de central. El tolosarra no estaba dispuesto a sacrificar a un jugador de ataque para meter a un defensa en un partido tan importante.

Después de unos minutos de incertidumbre emergiendo la figura de un Courtois salvador, el Real Madrid se activó en el partido tras la expulsión. Curiosamente empezó a jugar mejor con uno menos.

Como si de una calcomanía con el partido de Al Hilal, de nuevo el equipo madridista golpeó tras la pausa de hidratación. En una gran jugada de ataque, Gonzalo García descargó para Fran García, recorrió la banda y abrió para Bellingham, quien abriría el marcador con un remate cruzado.

Tan solo ocho minutos después, en el 43′, Arda Güler devolvería la confianza que le ha depositado Xabi Alonso en una gran triangulación del turco con Trent Alexander-Arnold y Gonzalo.

La resistencia blanca

A pesar de tener el partido encarrilado, el Real Madrid sufrió y mucho en la segunda parte. El Pachuca subió las líneas y puso en aprietos a un Courtois que volvió a vestirse de superhéroe. El belga le hizo un paradón a Bryan González que de haber terminado en gol hubiese cambiado el partido.

Embotellado en su propio campo, el equipo tenía que buscar soluciones y las encontró desde el banquillo. Xabi Alonso dio entrada a Modric y Ceballos para tener el dominio del balón y así llegó el 3-0. Desde la sala de máquinas se abrió para Brahim y el malagueño puso un centro sutil que remató Valverde para sentenciar el encuentro.

Con el partido sentenciado, el Real Madrid monopolizó el balón, aunque no aprobaron la asignatura de dejar la portería a cero. Un remate de Elias Montiel desde la frontal del área tocó en Tchouaméni, engañó a Courtois y se introdujo en el fondo de la portería.

El guion del partido no cambió en los últimos minutos a pesar de los esfuerzos del equipo mexicano por meterse en el partido. El Real Madrid monopolizó el balón y con el pitado final sumó su primera victoria en el Mundial de Clubes, la primera de la era Xabi Alonso en el banquillo.



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