Ducati decidió homenajear al Renacimiento con el diseño de sus motos en el Gran Premio de Italia, que ha reunido en las gradas a 84.625 ‘tifosi’, buena parte de los cuales pitaron y abuchearon ayer, de nuevo, al catalán Marc Márquez Alentá (Ducati) cuando el ocho veces campeón del mundo repitió la exhibición de ayer y se proclamó ganador del GP («el que cuenta»), con la misma eficacia, estilo, coraje y determinación que había hecho el sábado en el precioso trazado de la Toscana, para completar uno de los mejores fines de semana de su historia y dar un golpe, que ya empieza a ser definitivo, para conquistar su noveno título mundial e igualar al mito italiano Valentino Rossi, presente hoy en Mugello.
El mayor de los Márquez Alentá, que ha vuelto a tener como escudero y segundo clasificado a su hermano Àlex, llegó a Mugello asegurando que, aquí, el ‘Pistolero’ y Francesco ‘Pecco’ Bagnaia, el piloto de casa, el tricampeón que corría en su jardín, eran los favoritos. Pero…eso, pero llegada las carreras, apagados los semáforos, Marc demostró que es, con mucho, el mejor piloto del momento y la estrella máxima del motociclismo mundial en décadas.
Ha sido un fin de semana donde Marc ha demostrado su renacimiento. Nadie puede con él. Logró su ‘pole position’ número 100 el sábado, logró su victoria número 93 (él es el 93) el domingo y sumó el máximo de puntos (37), curiosamente en el mismo circuito donde, hace 15 años (2010), conquistaba su primer triunfo mundialista, en el campeonato de 125cc, empezando una historia de amor con los laureles que aún dura, pese a los cuatro años de sufrimiento que ha vivido, soportado y superado. Marc Márquez Alentá es lo más grande que ha conocido el motociclismo mundial desde siempre.
Marc Márquez Alentá hizo el pleno en la Toscana: ‘pole’ nº 100, victoria 93 del 93, máxima conquista de puntos (37) y se escapa en el Mundial, después de ganar, 15 años más tarde, en el mismo circuito donde conquistó su primera victoria, en 125cc (2010).
Volvió a escuchar pitos, sí, abucheos, sí, pero Marc quiso demostrar a los 84.625 ‘tifosi’ que es ¡ya! un ducatista más y por eso cambió su habitual bandera con el 93 por la de Ducati. Era la manera de demostrar su superioridad: es líder único, con 40 puntos más (ni siquiera hemos llegado al ecuador del campeonato) que su hermano y 110 más que Bagnaia, que hoy ni siquiera se ha subido al podio. No hay color. Será campeón, fijo.
El que más gana
Ha ganado 13 de las 18 carreras que se han corrido hasta la fecha. Ha conquistado ocho de las nueve pruebas al ‘sprint’ y cinco (Tailandia, Argentina, Catar, Aragón e Italia) de los nueve grandes premios, vuela sobre el asfalto con la nueva Ducati, que solo él sabe pilotar y que Bagnaia empieza a odiar. Hoy, el día que le exigieron al máximo, Marc sacó esas décimas de segundo que todos suponían teníar guardaditas en su muñeca derecha.
La carrera empezó explosiva, como el Renacimiento. La carrera vivió las siete mejores vueltas de la temporada, en las que Marc, Àlex y ‘Pecco’ se pelearon, carenado contra carenado sin piedad y sin miedo. Fue un espectáculo que provocó, incluso, el sobresalto, la duda, el temor del mismísimo Keanu Revees, el autor y músico canadiense, presente en Mugello y gran conocedor de lo que es viajar a 360 kms/h., pues posee una marca de motos, la ARCH Motorcycle.
“No iba rojo, pero no pasa nada, el rojo se lleva dentro. Tres Ducati en el podio en casa de Ducati. Era muy importante para mí y los míos ganar aquí. Yo soy parte de la familia ‘ducatista’ y hoy hemos podido convertir Mugello en una fiesta”
Marc y ‘Pecco’ se llegaron a pasar 12 veces a lo largo de esas primeras siete vuelas única, vibrantes. Era evidente que Marc iba a tener que emplearse a fondo. Le estaban obligando a sacarse de la manga eso que tenía guardadito. Y así lo hizo. Después de chocarse entre ellos varias veces, casi siempre con el ‘Pistolas’ de espectador, pero a medio metros de ellos (“cuando me he puesto líder, he pensado ‘igual me voy, me escapo’, pero con este Marc es imposible”), el ‘canibal’, como llaman, en Italia, a Marc, apretó y se fue. Poco, pero se fue. Un segundo, suficiente para que se acabase la carrera y ¿el Mundial?, bueno, queda mucho, mucho.
“Pues sí, pude sumar la ‘pole’ 100 y conquistar la victoria 93 del 93, en casa de Ducati, con Àlex detrás de mí y consolidando el liderato, la verdad, no puedo pedir más”, comentó Marc antes de subirse al podio de Mugello, repito, ante el murmullo de los ‘tifosi’, a los que el bueno de Davide Tardozzi no acabó de conquistar con su petición “¡cállense, por Dios! ¡Este chico es rojo!”
Aún mas líder
“No voy de rojo, pero no pasa nada, el rojo se lleva dentro. Tres Ducati en el podio en casa de Ducati. Era muy, muy, importante para mí y los míos ganar aquí. Yo soy parte de la familia ‘ducatista’ y hoy hemos podido convertir Mugello en una fiesta”, siguió contando el ocho veces campeón del mundo, mientras Keanu Reeves agradecía el espectáculo al que le habían invitado.
Clasificación del GP: 1. Marc Márquez (Ducati), 41 minutos 09.214 segundos; 2. Àlex Márquez (Ducati), a 1.942 segundos; 3. Fabio Di Giannantonio (Ducati), a 2.136 segundos; 4. ‘Pecco’ Bagnaia (Ducati), a 5.081 segundos y 5. Marco Bezzecchi (Aprilia), a 9.329 segundos.
Mundial de pilotos: 1. Marc MÁRQUEZ (España), 270 puntos; 2. Àlex MÁRQUEZ (España), 230; 3. ‘Pecco’ BAGNAIA (Italia), 160; 4. Franco MORBIDELLI (Italia), 128 y 5. Fabio DI GIANNANTONIO (Italia), 120.