El fútbol la mayor parte de veces es injusto, cruel y no tiene ningún tipo de piedad para arrebatar los sueños de los aficionados y de los jugadores, y esta vez el turno de sufrir las inclemencias del deporte ha sido para el Atlético Monzón. El conjunto montisonense luchó hasta el final, pero el gol de Alomar a los 15 minutos de reanudarse la segunda parte empataba la eliminatoria para la UE Porreres y ni el tiempo reglamentario ni la prórroga decidieron un vencedor. En los penaltis (4-5), Rivas, portero rival, detuvo el lanzamiento de Fofana y él mismo se encargó de transformar la pena máxima definitiva para que su equipo consiguiese el ascenso a Segunda RFEF.
El Isidro Calderón estaba a reventar de aficionados locales que querían que su equipo hiciese historia, pero pese a los constantes intentos, la mayor parte de ellos obra de Youssef Outakki, nunca lograron aumentar la ventaja en la eliminatoria y tanto el cansancio por el calor fatigante como el tanto del empate hicieron mella en los de Ismael Mariani. En la tanda de penaltis, los fallos de Puente y Fofana provocaron que el error de Algoba fuese insuficiente para alzarse con el triunfo.
Otra temporada más, el Atlético Monzón tendrá que luchar para lograr de una vez por todas estar en Segunda RFEF y romper su techo de nunca haber superado en toda su historia la barrera de Tercera Federación o de la extinta Tercera División.