Las obras del corredor mediterráneo han transcurrido históricamente de una forma mucho más lenta de lo que sería deseable, aunque la provincia de Castellón ha experimentado una aceleración en los últimos tiempos. Una afirmación que se desprende a la hora de analizar el documento de balance 2024 elaborado por la Oficina del Comisionado del Gobierno para el Corredor Mediterráneo, donde se detallan las actuaciones realizadas en los últimos tiempos.
Según este texto, en el pasado año «se ha conseguido un récord histórico de ejecución de obras, y se espera que 2025 mejore estas cifras», de modo que el periodo 2024-2026 se prevé como «el mejor trienio de la historia, y va a dar un paso sin vuelta atrás en el desarrollo e implantación» de esta infraestructura.
Además de modernizar el actual eje ferroviario, uno de los principales objetivos del Corredor es fomentar el transporte de mercancías por tren, con la finalidad de reducir costes y ganar en eficiencia para mover productos como la cerámica al corazón de Europa sin tener que modificar los trenes al cruzar la frontera con Francia. Un propósito que se aplica a conciencia en Castellón, ya que además de modificar los trazados Castelló-València (con unas obras que duran más de una década) o Castelló-Tarragona, se ejecuta una gran obra en el entorno de PortCastelló, con la construcción del nuevo acceso ferroviario a la dársena sur o el inminente arranque de los trabajos en la estación intermodal.
Cifras
La memoria del comisionado detalla que en 2024, las inversiones en actuaciones ferroportuarias en toda la zona litoral del corredor mediterráneo ascendieron a 432,16 millones de euros. De esta cifra, 126,1 millones fueron destinados a medidas relacionadas con Castellón. Esto constituye el 29,16% del total.
La iniciativa más relevante de todas es el acceso al puerto, que lleva camino de los dos años desde el comienzo de las obras, y que en 2024 supuso la inversión de 62,06 millones de euros. A ello se unen las adaptaciones para tráficos ferroportuarios, con 46,69 millones de euros en el tramo Castelló-València, y 17,35 millones en el tramo de Castelló a Vandellòs, que supondrá un cambio radical en las características de la vía, que en el plazo de dos años se tiene que proceder a la modificación de las vías, de modo que pasarán de tener el ancho ibérico (con los actuales 1.668 milímetros de distancia entre los raíles) al ancho internacional, con 1.435 milímetros en el futuro, y que facilitará el paso de trenes al resto de Europa.
Actuaciones pendientes
Las partidas destinadas a la finalización de estos proyectos son muy abultadas. La inversión pendiente de ejecución en los accesos al puerto de Castellón asciende a 204,47 millones de euros, a lo que se tiene que sumar la cifra de 30,5 millones en la obra de la intermodal. Un plan largamente proyectado, que fue adjudicado hace poco y cuyas obras comenzarán en pocas semanas, después de que el presidente de la Autoridad Portuaria de Castellón, Rubén Ibáñez, firmara la formalización de los trabajos a finales de febrero.
El tramo de Castelló a València llega su recta final, aunque todavía quedan labores por valor de 77,04 millones. En cambio, la parte comprendida entre Castelló, Vinaròs y Vandellòs (ya en la provincia de Tarragona) aún debe acometer el grueso de las tareas, y supondrá una inversión de 200,74 millones de euros.
El coste estimado total para facilitar el transporte de mercancías en el tramo litoral del corredor mediterráneo asciende a 4.053 millones de euros. De ellos, 809 millones tienen que ver con obras directamente implicadas con Castellón, lo que supone prácticamente el 20% del total.
Puerto
La gran cantidad destinada al puerto provincial se justifica en la necesidad de tener una conexión eficiente al Corredor, y facilitar así el paso de mercancías entre la industria local, la infraestructura náutica y las redes internacionales de transporte ferroviario.
De hecho, PortCastelló forma parte del selecto club de ocho puertos incluidos en la máxima categoría (core network), lo que además de reconocer la importancia de la infraestructura, facilita la financiación de mejoras como la intermodal o los accesos, y reduce la burocracia a la hora de ejecutar los proyectos pendientes. Además, será de los primeros en contar con accesos adaptados al ancho internacional, ya que las vías en construcción tendrán tres hilos, para que sean compatibles con la nueva medida y el ancho ibérico.
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