El Real Madrid ha hecho valer su experiencia y con una gran lectura del encuentro se ha impuesto al Valencia Basket en el primer partido de la final del playoff de la Liga Endesa [Narración y estadísticas del partido].
El Movistar Arena fue testigo de un partido cargado de emociones: la entrega de un Real Madrid que quiere revalidar el título, por el nerviosismo y el esfuerzo de un Valencia Basket que quiere reeditar la final de 2017.
El resultado de esos factores fue un partido muy disputado decidido únicamente por detalles. Con los dos equipos mostrándose muy erráticos en el tiro exterior, el Real Madrid tomó ventaja en el partido por medio del acierto en el rebote en los momentos más complicados y las buenas penetraciones en la pintura.
La igualdad en el partido se desquebrajó en el último y decisivo cuarto por medio de la segunda unidad del equipo dirigido por Chus Mateo. En un abrir y cerrar de ojos se pusieron catorce arriba por medio de Andrés Feliz, Bruno Fernando y un Sergio Llull que se convirtió en el jugador que más finales ha disputado en la historia de la Liga Endesa (14).
De nada sirvieron los intentos de Pedro Martínez de cortar la hemorragia en defensa. Si el Valencia Basket seguía vivo en el partido era por el empeño incansable de Badio en ataque, pero la defensa fue su punto débil. De nada sirvieron los 20 puntos del senegalés.
Sobresaliente para Andrés Feliz
Todo lo contrario a un Real Madrid que, si bien no encontró el acierto de Hezonja, tampoco le hizo falta. La combinación de la segunda unidad junto a Tavares resultó en un cóctel muy amargo en el paladar de los taronga, pero exquisito para la parroquia madridista.
Ante el equipo más anotador de la Liga Endesa, el Real Madrid volvió a hacer gala de su fortaleza defensiva y con el paso de los minutos fue minando la moral a un rival que no estuvo acertado en el tiro exterior, a pesar de intentarlo de forma reiterada tal y como acostumbran.
No obstante, la batalla duró 30 minutos. Feliz y Badio destacaban en sus equipos, pero fue el dominicano quien terminó saliendo victorioso con una segunda parte espléndida. No estuvo solo ‘El Tigre’, fue Dzanan Musa quien abrió la veda para que Campazzo pusiera la guinda al pastel.
Dzanan Musa celebra una canasta en el partido.
EFE
El base dominicano estuvo regular en la excelencia durante los cuarenta minutos, exhibiendo el punto álgido de una jerarquía que ha ido ganando en la temporada de manera progresiva. Aún con todo, la renta era solo tímidamente favorable a la media hora (64-60, m.30).
La que parecía una brecha menor, en cambio, se convirtió en una herida de muerte al volver a pisar el parqué. Como si hubieran recibido la señal de que ese era el momento de morder, los de Chus Mateo salieron repletos de confianza. Y eso se tradujo en un parcial de 14-4, con el a veces discutido Bruno Fernando supliendo con garantías a Tavares.
Ahí empezó a escribirse el desenlace ante un rival a esas alturas irreconocible. Sin verse agobiados en el marcador y en un feudo donde se encuentra cómodos, hasta el punto que ya encadenan 30 triunfos seguidos ligueros ante su público, los jugadores madridistas se limitaron a mantenerse en la línea por la que iban para cerrar la faena en un cruce que vivirá su segundo episodio el próximo domingo.
Ficha técnica del partido:
Real Madrid (19+16+29+25): Campazzo (12), Abalde (6), Hezonja (7), Ndiaye (-), Tavares (14) -cinco inicial-, Llull (11), Garuba (4), Feliz (18), Hugo González (-), Bruno Fernando (6), Musa (11), Rathan-Mayes ().
Valencia Basket (15+17+28+15): Badio (20), Montero (3), Ojeleye (5), Pradilla (7), Reuvers (5) -equipo inicial-, Jones (10), López-Aróstegui (7), Soriano (4), Costello (8), De Larrea (3), Puerto (3), Sestina (-).
Árbitros: Antonio Conde, Carlos Cortés y Arnau Padrós. Sin eliminados.
Incidencias: primer partido de la final de la Liga Endesa, disputado en el Movistar Arena de Madrid ante 10.064 espectadores.
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