Dos MQ-28A Ghost Bat y un avión digital fueron controlados desde un E-7A Wedgetail en una misión simulada contra un objetivo aéreo en 2025.
MQ-28A Ghost Bat y E-7A Wedgetail: interoperabilidad en combate
La Real Fuerza Aérea Australiana (RAAF) y Boeing Defence Australia completaron una misión en el Woomera Range Complex en junio de 2025, donde dos aviones no tripulados MQ-28A Ghost Bat y un tercer avión digital fueron controlados por un único operador a bordo de un E-7A Wedgetail, un avión de alerta temprana y control aerotransportado (AEW&C). La misión simuló un ataque contra un objetivo aéreo, con los MQ-28A que actuaron como escoltas para proteger al E-7A. Este evento marcó un avance en la integración de plataformas tripuladas y no tripuladas en operaciones de combate modernas.
El software que permitió esta interoperabilidad fue desarrollado por Boeing Defence Australia, el Grupo de Ciencia y Tecnología de Defensa de Australia y el Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea de EE. UU. (AFRL). Este sistema emplea una arquitectura abierta que facilita la integración de sensores y sistemas de comunicación de aliados en el E-7A. La prueba validó el concepto de operaciones del MQ-28A, diseñado para volar junto a aviones tripulados como el F-35A Lightning II, F/A-18F Super Hornet y el propio E-7A, con lo que se amplían las capacidades de vigilancia y protección de activos de alto valor.
La misión formó parte de la Demostración de Capacidad 2025 (CD25), una serie de pruebas destinadas a evaluar la eficacia operativa del MQ-28A y su integración con activos tripulados de la RAAF. Las pruebas de CD25 continuarán a lo largo de 2025, con demostraciones que incluirán el F/A-18F Super Hornet y el F-35A Lightning II, con el objetivo de refinar tácticas y procedimientos para el uso de aviones de combate colaborativos en operaciones conjuntas.

El MQ-28A Ghost Bat, desarrollado por Boeing Australia bajo el programa Loyal Wingman, es un vehículo aéreo de combate no tripulado (UCAV) diseñado como un multiplicador de fuerza. Con una longitud de 11,7 metros y una envergadura de 7,9 metros, está propulsado por un motor a reacción que le permite operar en el régimen subsónico alto, con un alcance superior a 3.700 kilómetros. Su diseño modular permite intercambiar la sección de la nariz para misiones de inteligencia, vigilancia, reconocimiento (ISR), guerra electrónica (EW) o combate, con una capacidad de carga útil de 1,5 metros cúbicos.
Datos clave del MQ-28A Ghost Bat y su integración con E-7A Wedgetail
- Primer vuelo: El MQ-28A completó su primer vuelo en febrero de 2021, con más de 100 vuelos de prueba acumulados hasta marzo de 2025.
- Producción: Se han fabricado ocho aviones Block 1, con tres Block 2 en producción, que incluirán mejoras en alas, GPS/INS y resistencia a guerra electrónica.
- Inversión: El gobierno australiano destinó $259,5 millones en 2024 para desarrollar el Block 2 y mejorar sensores y sistemas autónomos.
- Pruebas armadas: Está programada una prueba de lanzamiento de misiles aire-aire para finales de 2025 o inicios de 2026.
- Interoperabilidad: El E-7A Wedgetail, operado por el Escuadrón Nº 2 en RAAF Base Williamtown, fue certificado para reabastecimiento en vuelo por un KC-46A Pegasus en abril de 2025.
Avances en el programa MQ-28A Ghost Bat para la RAAF
Hasta octubre de 2024, el programa MQ-28A Ghost Bat completó 102 vuelos de prueba con ocho aviones Block 1, realizados principalmente en el Woomera Range Complex. Estos aviones, considerados activos de prueba de desarrollo, se retirarán tras la introducción de tres aviones Block 2, programados para 2025. Los Block 2 incorporan mejoras como un diseño de ala optimizado, un nuevo sistema de navegación GPS/INS y mayor resistencia a ataques de guerra electrónica, basadas en los datos recopilados de los vuelos de Block 1.


El MQ-28A está diseñado para operar bajo el concepto de Manned-Unmanned Teaming (MUM-T), donde un operador humano supervisa las operaciones de despegue y aterrizaje, mientras que el control durante la misión se transfiere a plataformas tripuladas como el E-7A Wedgetail o el F-35A. En junio de 2024, el comandante de ala Phil Parsons se convirtió en el primer piloto de la RAAF que operó el MQ-28A, lo que marcó un hito en la transición del programa hacia el control por parte de personal militar australiano.
El diseño del MQ-28A prioriza la baja detectabilidad radar mediante su forma, aunque los prototipos Block 1 no utilizan materiales absorbentes de radar (RAM). Su capacidad para realizar misiones autónomas con inteligencia artificial permite tareas como escolta, recolección de inteligencia electrónica (ELINT) y vigilancia aérea. En ilustraciones de Boeing, el avión ha sido mostrado con módulos de búsqueda y seguimiento infrarrojo (IRST), radar y sensores de guerra electrónica.
En marzo de 2025, durante el Salón Aeronáutico Internacional de Avalon, Boeing anunció planes para realizar una prueba de lanzamiento de misiles aire-aire con el MQ-28A entre finales de 2025 y principios de 2026. Esta será la primera demostración de capacidad de combate armado del Ghost Bat, con lo que se ampliará su rol más allá de misiones de sensores y guerra electrónica.
Integración del E-7A Wedgetail en operaciones conjuntas
El E-7A Wedgetail, operado por el Escuadrón Nº 2 en RAAF Base Williamtown, es un componente clave de la red de mando y control de la RAAF. Equipado con un radar de barrido electrónico activo (AESA), proporciona capacidades de alerta temprana y coordinación de misiones. En abril de 2025, un E-7A completó una prueba de reabastecimiento en vuelo con un KC-46A Pegasus de la Fuerza Aérea de EE. UU. cerca de la Base Aérea Edwards, California. Esta prueba también sirvió para planificar futuras operaciones con aliados como la Real Fuerza Aérea británica y la Fuerza Aérea de EE. UU., futuros operadores del E-7A.


La integración del E-7A con el MQ-28A fortalece la visión de la RAAF de una red de plataformas interconectadas, que incluye el MC-55A Peregrine, el EA-18G Growler y el F-35A Lightning II. Esta red combina capacidades de detección electromagnética, guerra electrónica y ataque para dominar el espacio de batalla. La prueba de junio de 2025 demostró que un solo operador en el E-7A puede gestionar múltiples drones, con lo que se amplía el alcance y la efectividad de las operaciones conjuntas.
El programa MQ-28A Ghost Bat ha recibido una inversión total de más de $600 millones australianos, con un adicional de 400 millones anunciados en febrero de 2024 para la producción de tres aviones Block 2. La RAAF planea adquirir un total de 10 aviones operativos, además de tres prototipos no operativos. Las pruebas de CD25 proporcionarán datos críticos para definir la estructura de fuerza y los procedimientos operativos del MQ-28A en la RAAF.
La colaboración entre Boeing Australia y la RAAF también ha atraído interés internacional. En 2022, el Pentágono adquirió al menos un MQ-28A para investigación y desarrollo, y Boeing está explorando asociaciones con países europeos para expandir el programa. Las pruebas con el E-7A Wedgetail destacan el potencial del MQ-28A como un componente clave en sistemas de combate colaborativos globales.