Con la inauguración oficial de su nueva fábrica en el polígono de Morás, Estrella Galicia culmina uno de los proyectos industriales más ambiciosos del sector agroalimentario gallego. La planta será clave para atender el crecimiento sostenido de la demanda nacional y para reforzar su presencia en los más de 70 países donde ya comercializa su cerveza.
La nueva instalación no solo multiplica la capacidad de producción, sino que representa un salto cualitativo en eficiencia energética, sostenibilidad y automatización. Diseñada con criterios medioambientales y preparada para responder a los desafíos logísticos de la expansión internacional, la factoría ha sido concebida como un centro estratégico a largo plazo: su nuevo bastión de crecimiento nacional e internacional.
“Es un día muy especial para todos nosotros. Es cumplir el sueño que teníamos”, ha confesado visiblemente emocionado Ignacio Rivera, consejero delegado de Corporación Hijos de Rivera, durante el acto de inauguración. La fecha elegida no fue casual: el 19 de junio marca varios hitos personales y empresariales para la familia. “Es la fundación de nuestra compañía, la inauguración de MEGA, mis padres se casaron ese día, mi padre también murió un 19 del 6… Es una fecha que nos marca”, explicó.
Rivera insistió en que el acto “no va solo de inaugurar una fábrica, sino de mostrar cómo queremos abordar nuestro futuro”. Una ambición que se refleja en las dimensiones y capacidades de la nueva planta, que aspira a convertirse en “la más grande de España y una de las cinco más importantes de Europa”. Para ello, se han construido 80.000 metros cuadrados en una parcela equivalente a 72 campos de fútbol, con más de 70 kilómetros de tuberías y un acueducto de seis kilómetros para garantizar el suministro de agua.
El proyecto ha supuesto una inversión inicial de 3 millones de euros, que alcanzará los 6 millones cuando la planta funcione a pleno rendimiento. Actualmente, emplea a 125 personas de forma directa, con previsión de alcanzar los 600 puestos. A pesar de que aún no se ha producido cerveza para su venta, Rivera subrayó que esta planta será clave para alcanzar una facturación de 2.000 millones de euros en 2030, frente a los 120 millones que ingresaban en su centenario en 2006.
El compromiso con Galicia fue otro de los mensajes centrales del CEO. A pesar de haber recibido propuestas de otras comunidades autónomas que incluían subvenciones y cesiones gratuitas de suelo, optaron por quedarse. “Nos ahorraríamos 8 millones de euros, pero nuestro propósito es cuidar el origen. Si cuidamos del origen, de las personas, de nuestros aliados, el mundo será mejor”, afirmó.
El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, también participó en la inauguración y alabó tanto el modelo de negocio como el arraigo gallego de la compañía. “Con lo difícil que es construir en estos momentos, está hecha en un periodo de tiempo espectacular. Sentimos un enorme orgullo”, afirmó.
Rueda destacó tres claves del éxito de Estrella Galicia: las personas (“una empresa familiar que ha sabido aprender de los errores”), el producto (“es la mejor cerveza del mundo”) y la conexión con la identidad gallega. Como anécdota, recordó a unos peregrinos extranjeros en Pontevedra que no hablaban castellano, pero sabían decir “Estrella Galicia”.
“Estamos haciendo una colonización silenciosa. Y cuando se den cuenta, ya estarán ahí”, concluyó entre sonrisas. “Ojalá llegue una tercera fábrica”.
En el acto también participó la alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, quien reconoció que la nueva planta “simboliza un nuevo horizonte de expansión”: “una expansión internacional con una visión de país”
