Si hay un momento en el que las firmas de lujo despliegan su arsenal para epatar a la prensa especializada y a la clienta fiel, este es el desfile de las colecciones resort. En esta cita, que tiene lugar entre las habituales pasarelas de septiembre y febrero, prima la exclusividad y el contado número de asistentes se ve envuelto en una experiencia que va más allá del show; un torbellino de cenas, presentaciones y localizaciones espectaculares se alían para envolver al respetable en el universo de la marca.
Algo que ha hecho a la perfección Max Mara en la colección resort que acaba de presentar en Nápoles. Su ADN, ese lujo discreto, sofisticado y duradero, ha estado presente en un desfile celebrado en el Palacio Real de Caserta, opulento recinto del siglo XVII cuya arquitectura barroca y jardines se planearon para rivalizar con Versalles.
Alli acudimos, al caer la noche, la prensa especializada y vips como la top española Nieves Álvarez (en calidad de conductora del programa especializado Flash Moda), la simpática Isabelle Junot (que acaba de lanzar el libro gastro Eat Girl) o internacionales como Sharon Stone, Laetitia Casta, Gwyneth Paltrow o Alexa Chung . Ya la noche antes parte del respetable disfrutó de una cena de bienvenida marcada por el típico pescado napolitano y animada por música popular (Bella Ciao, Mambo Italiano…).
El espectáculo y la calidad de la muestra fueron impresionantes, aunque esperables. No en vano, el grupo Max Mara, (que engloba, entre otras, la firma homónima, Sportmax, Weekend Max Mara, Max&Co., Marina Rinaldi o Marella) es adalid del saber hacer y el buen gusto y, a la sazón, pionero en el desarrollo y la evolución del prêt-à-porter tal como lo conocemos hoy.
Cuando Achille Maramotti fundó Max Mara en 1951, Ruth Orkin tomaba la famosa fotografía titulada American Girl in Italy (que formaba parte de una serie de instantáneas pioneras, bajo el emblema No tengas miedo de viajar sola), en la que una joven camina por Florencia ante la mirada de un grupo de muchachos italianos. En esta época, también estaba en pleno apogeo la recuperación de la posguerra en Italia; Maramotti, visionario, declaró que quería vestir a «esposas de los médicos y abogados locales», mientras en Roma los modistos competían por la atención de condesas y princesas. Así, estableció un nexo entre la mujer italiana, desde las típicas sirenas sensuales del sur, a las matriarcas del norte: es decir, potenció la «bella figura», el estilo italiano, que tan bien reflejaban divas del celuloide como Silvana Mangano y Sophia Loren.
Referencias a esta donna poderosa aparecieron en la muestra de este Resort 2026 Venere Vesuviana. Tras los canónicos e imperecederos abrigos de la enseña (con cinturón, cuello chal o chimenea) llegó la noche y, con ella, la sensualidad de los vestidos sin tirantes salpicados de cristales, con estructuras internas de ballena: quintaesencia italiana. Destacó la colaboración con E. Marinella, cuyas exquisitas corbatas son símbolo de elegancia. Vimos su sello en looks pijameros de seda estampados impecables, con los que dominar las calles. También suéteres de cachemira, camisas de rayas rosas y azules con cuellos y puños blancos.
En cuanto a los accesorios, destacó la estrella de la casa, el icónico bolso Whitney , en cuatro nuevos modelos exclusivos (ideal el de mimbre). A la cabeza, fedoras con personalidad, y a los pies, altas botas mosqueteras, como las del look que abrió el show, y mocasines planos capaces de elevar cualquier look a pesar de su altura
Modelo estilo pijama, altamente sofisticado. / Foto cortesía de Max Mara

Impecable y canónico abrigo de la enseña. / Foto cortesía de Max Mara

La top Nieves Álvarez, conductora del programa, Flash Moda. / Foto @germanlarkin

Sharon Stone llegando al palaciego desfile. / Foto @germanlarkin

Isabelle Junot en el coctail previo al show. / Foto @germanlarkin