Tenía mucho estrés, no quería ir a la Euro y pensó en dejar el fútbol

Álvaro Morata es una de las figuras que más ha puesto en relieve en los últimos tiempos la importancia de la salud mental en el deporte de alta exigencia. El delantero, que tan fuertemente ha sido criticado por parte de la opinión pública, ha pasado momentos muy delicados tanto a nivel profesional como personal.

Muchos se han vuelto a cebar con él después de su fallo en el penalti de la final de la Nations League, pero el futbolista ya está acostumbrado a superar situaciones muy complicadas, siempre metido en el ojo del huracán.

Ahora, todas esas vivencias han quedado reflejadas en el documental ‘Morata: no saben quién soy’ que se emite en la plataforma Movistar+. Una pieza audiovisual de casi 90 minutos de duración que desvela los infiernos internos del futbolista en los últimos meses.

En este documental Morata y su entorno cuentan cómo estuvo a punto de dejar el fútbol definitivamente, su negativa original a ir a la Eurocopa 2024 que España terminó ganando y cómo consiguió darle la vuelta a esta situación tan complicada.

Además, también se desvela cuál fue el origen de esta profunda depresión en la que entró el delantero. Una vorágine autodestructiva que comenzó la temporada pasada, jugando con el Atlético de Madrid, con el fallo de una clara ocasión en los cuartos de final de la Champions League ante el Borussia Dortmund.

Personajes con una gran importancia personal y laboral también ayudan a descifrar las claves en este documental. Su esposa Alice Campello, el exfutbolista Andrés Iniesta o compañeros de Selección como Rodrigo, Remiro o Luis de la Fuente hablan sobre sus vivencias con Álvaro Morata.

El fallo ante el Dortmund

16 de abril de 2024. El día que Álvaro Morata jamás quiso que llegara. Aquella fecha el Atlético de Madrid jugaba el partido de vuelta de los cuartos de final de la Champions League ante el Borussia Dortmund.

El 2-1 logrado en el Metropolitano en el partido de ida ponía las cosas de cara a los del Cholo Simeone, y la vuelta arrancó de la manera soñada. Apenas se habían disputado tres minutos de juego cuando una peinada de Antoine Griezmann dejó mano a mano a Morata ante el portero del Dortmund.

Una acción con la que cualquier delantero sueña. Una carrera desde el centro del campo, sin oposición ninguna para encarar al guardameta, y con todo el tiempo del mundo para pensar en la definición.

Álvaro Morata celebra uno de sus goles con el Milan


Álvaro Morata celebra uno de sus goles con el Milan

Europa Press

La finalización no fue, sin embargo, la mejor. Morata picó el balón con su pierna izquierda y el esférico se marchó directamente fuera. Aquello podía haber puesto las cosas muy de cara para el Atlético de Madrid, pero los colchoneros terminaron cayendo eliminados.

En ese preciso instante en el que el balón se perdió por la línea de fondo, Morata entendió que algo se había roto en su interior. «Mi cabeza se bloqueó completamente de una manera muy fuerte en ese punto. Sabía que algo se había bloqueado», cuenta en el documental.

«Después de esa ocasión no era capaz de seguir el balón, y todavía no íbamos ni perdiendo ni estábamos eliminados. Que aquello pudiera dejarnos fuera de la final de la Champions, con lo que eso significaba para el Atlético de Madrid, me rompió por dentro», cuenta el delantero.

Lo más desgarrador llegó después. «Cuando acabó el partido, me quedé un rato solo en el vestuario. Sólo tenía ganas de llorar. Me sentía una persona muy pequeña sentado al lado de mis compañeros, y a partir de ahí empezó todo», desvela Morata.

Malos pensamientos

A partir de ahí todo fueron sentimientos autodestructivos en el interior del jugador, que entró en un bucle muy peligroso: «Tenía muchos pensamientos horribles. Se me pasó por la cabeza simular lesiones para no tener que estar. Al final tu cabeza te propone cualquier cosa para evitar lo que te hace sufrir».

El relato del capitán de la Selección pone los pelos cada vez más de punta: «Era como si estuviera en una habitación negra donde todo el mundo me estaba mirando fijamente, pero no era así. Mi cabeza me mandaba señales diciéndome cosas horribles».

Incluso el delantero habla de la medicación a la que estuvo sometido: «Llega un momento en el que lo único que quieres es que llegue la noche para tomarte tus pastillas, descansar e irte a dormir», concluye.

El rechazo a la Eurocopa

La situación se volvió insostenible, pero el calendario colocó la Eurocopa ese mismo verano. Un reto que Morata no estaba dispuesto a asumir de ninguna manera: «Tenía mucho estrés. No quería ir a la Eurocopa y pensó en dejar el fútbol», dicen sus seres queridos en el documental.

El malestar se había convertido en algo habitual para el futbolista, que sufría episodios muy desagradables: «Sientes que las piernas te duelen, el pecho se te cierra y no te entra aire en la garganta. Sientes mucha presión en el pecho, parece que te falta el aire».

La vivencia de Álvaro Morata se vuelve todavía más oscura a medida que desvela más pasajes: «Tenía miedo de dormir y no despertarme. Tenía miedo de todo», llega a contar el futbolista en este documental.

Leo Gómez, gran amigo de Morata, confiesa que el futbolista le dice que no va a ir a la Eurocopa, que no se siente bien consigo mismo y que incluso es incapaz de mirar a sus hijos a los ojos porque le daba vergüenza.

Su mujer, Alice Campello, estuvo a punto de fallecer en su último parto y se convirtió en un gran apoyo. Le llevó a una médico especialista en psiquiatría. «Estaba con un sufrimiento terrible, con mucho estrés y una depresión muy profunda», cuenta Pilar de Castro, la psiquiatra.

Ya en la Eurocopa

Detrás del éxito de España en la pasada Eurocopa se esconde una batalla personal de Álvaro Morata por encontrar su bienestar mental. Finalmente, el delantero acudió a la llamada de la Selección, algo en lo que tuvo mucho que ver Luis de la Fuente.

«Le quise transmitir que le necesitábamos, que era muy importante para el equipo. Es el líder, el timón. Ese jugador que, en la parte que se le escapa al entrenador, es la continuidad del trabajo que hacemos», cuenta en el documental el seleccionador.

La ayuda de Andrés Iniesta fue fundamental para salir del hoyo. El exjugador del FC Barcelona pasó en su carrera deportiva por un episodio similar, y poder contar con el apoyo del manchego fue una auténtica válvula de escape.

«El que no lo ha experimentado no puede llegar a entenderlo. Lo primero que hice fue escribirle y ponerme a su disposición. Es muy positivo compartir, porque muchas de las cosas que Álvaro me explicaba, yo las había vivido», cuenta Iniesta.

«No sé si podría haber jugado sin medicación, pero seguro que no podría haber jugado sin los mensajes de Andrés preguntándome cada ‘X’ tiempo cómo estaba», desvela en la pieza audiovisual Álvaro Morata.

En el documental se aprecia además la importancia del apoyo de sus compañeros de Selección durante la Eurocopa, siempre pendientes de él, tratando de mantener ocupada su cabeza con actividades como el golf.

De hecho, el portero Remiro se convirtió en uno de sus mejores aliados para evitar que los malos pensamientos regresaran. El desenlace es de sobra conocido, y Álvaro Morata pudo felizmente alzar la Eurocopa al cielo de Berlín tras derrotar a Inglaterra en la final.



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